Es la segunda vez que los rusos ganan una carrera científica a toda velocidad. La primera fue con los satélites Sputnik que comenzaron a poner en órbita terrestre en el año 1957, ganando en los primeros pasos de la carrera espacial a los Estados Unidos. Hasta cuatro cohetes con el mismo nombre enviaron los rusos al espacio. La carrera ha continuado con la búsqueda de la vacuna que pudiera dominar el covid-19, y nuevamente un Sputnik ha ganado la carrera. La Sputnik-V fue la primera vacuna y empezó a distribuirse a principios del mes de septiembre pasado. Al comienzo todo fueron dudas y sospechas sobre la vacuna rusa que se adelantó en casi cuatro meses a las de los laboratorios europeos y estadounidenses. La evidencia científica parece que se impone y los estudios independientes realizados consideran que tiene una capacidad de combatir el virus muy similar a la de las vacunas que ya se están inoculando a la población española. Bienvenida sea la vacuna rusa si recibe todos los parabienes de la Agencia Europea del Medicamento, porque todas son pocas para acabar con esta pesadilla.
