Opinión

Una rareza

Se trata de un caso excepcional, de los que se dan una vez entre 22.000 posibilidades, y cuando se produce, quien lo padece no suele tardar en enterarse porque muere antes de alcanzar la edad adulta. Por eso el caso de Rose Marie Bentley, que ha vivido durante 99 años, se ha convertido en una rareza científica de la que solo existen documentados otros dos antecedentes. Esta mujer estadounidense sufría una rara condición llamada “situs inversus” con levocardia que traducido a roman paladino significa que tenia el hígado, el estómago y otros órganos abdominales en un lugar poco habitual, aunque el corazón lo tenía en su sitio. Su longevidad y su buen estado de salud, solo padecía artrosis, es fácil de explicar: las células malignas que buscaban asentarse en alguno de sus órganos no lo encontraban donde preveían  y despistadas y perdidas por el cuerpo de la mujer porque su GPS no daba con el destino adecuado y acababan muertas de inanición.

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