Opinión

Vuelve Gila

En los últimos tiempos y gracias a grandes actores se ha puesto de moda el humor manchego, que no  tiene nada que envidiar a otro tipo de humores nacionales.  Es una broma pesada que un hotel de Cuenca cobre a sus clientes tres euros diarios por utilizar el aire acondicionado, un derecho humano en la estepa castellana que se creía consolidado desde por lo menos la entrada en vigor de la Constitución, pero que ha debido decaer en alguno de los recortes de los años de la crisis.  El sucedido recuerda a los chistes de Gila, cuando en la factura del colegio le pasaban un cargo por ‘desgaste de patio.” ¿Y es que a mí no se me desgasta el niño?”, se preguntaba. Pues con el aire acondicionado igual. ¿Acaso no es causa de resfriados y tortícolis en los clientes de los hoteles? 

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