Opinión

La cara de la Policía

Dentro de las áreas funcionales de la Policía Nacional se enmarca la Seguridad Ciudadana como ámbito de actuación operativa fundamental para garantizar los derechos y las libertades de los ciudadanos. De las Brigadas de Seguridad Ciudadana, provinciales o locales, dependen los Grupos de Atención al Ciudadano, cuya composición actual ronda los 5.000 efectivos en todo el territorio nacional, lo que supone aproximadamente un 10% del total de los funcionarios en activo de la Escala Básica que desarrollan su labor en los GAC.

La labor preventiva y proactiva de estos grupos operativos resulta trascendente a la hora de reducir los niveles de inseguridad objetiva y subjetiva de la ciudadanía; por otra parte, la labor de auxilio al ciudadano y las acciones humanitarias son una prioridad del servicio público, además de instrumento de acercamiento social y mejora de la calidad de vida de los ciudadanos significando uno de los ejes fundamentales sobre el que gira la actividad de la Policía Nacional.

Los GAC son la cara de la Policía y reivindican, desde hace años, mejoras tanto en equipamiento técnico, actividades formativas o reconocimiento de su singularidad laboral, a través de un punto más de nivel. Son los primeros intervinientes. Acuden a cualquier requerimiento al 091 y su labor es vital en la mayoría de las llamadas. Pensemos en una inspección ocular técnico policial en la que es preceptivo asegurar la zona y no contaminar la escena; en una víctima de agresión sexual a la que es necesario acompañar al hospital, evitar su aseo y lograr la conservación de su vestimenta; en un robo con intimidación en el que procede la plena identificación de testigos o víctimas; en un atraco en el que una buena praxis evita la toma de rehenes. Por suerte, estas y otras intervenciones finalizan de forma satisfactoria gracias a la profesionalidad de los actuantes.

A pesar de ser los funcionarios más expuestos, tanto física como jurídicamente, cuentan con uno de los catálogos más bajos dentro de la Policía Nacional e, incomprensiblemente, la Dirección General de la Policía, viene detrayéndoles el complemento de turnicidad, 120 euros al mes, durante las vacaciones reglamentarias. La justicia ha dado la razón al Gabinete Jurídico de un sindicato policial. Recientemente, el Tribunal Supremo ha dictado la primera sentencia firme, desde la entrada en vigor de la Circular de Jornada Laboral, a favor de un policía gallego, otorgándole el derecho a percibir la turnicidad durante el mes de vacaciones, considerándolo así un concepto fijo al que el trabajador tiene derecho también durante el tiempo de descanso anual retribuido. Es un notable paso en los derechos de los agentes que abre la puerta a otros colectivos y como viene siendo habitual, llega de la mano de los tribunales de justicia.

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