A mediados de junio, PP y DO alcanzaban un acuerdo para entregar a Gonzalo Pérez Jácome la alcaldía de Ourense a cambio del apoyo a Manuel Baltar en la Diputación, a consecuencia de los resultados de las elecciones municipales celebradas el 26 de mayo. Un pacto que sólo unos días antes parecía impensable por el cruce de reproches, denuncias y acusaciones públicas. Esos días, en los que en la ciudad no se hablaba de otra cosa, se viralizaba una irónica profecía de Baltar padre, captada por las cámaras de Auria TV. Entre risas, confirmaba a Pérez Jácome que si el partido de Jácome obtenía un representante en la Diputación de Ourense, el PP pactaría con DO. Transcurría 2007. Esa afirmación no era más que una utopía que terminó haciéndose realidad doce años después.
Precisamente mañana, PP y DO presentan una moción conjunta en el pleno extraordinario del Concello de Ourense para apoyar y reconocer la labor que realizan las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado en Cataluña. Un reconocimiento avalado por la sociedad con motivo del esfuerzo mayúsculo y de la exposición a la que se han enfrentado los policías desplazados a esa comunidad autónoma, que no se merece la imagen que esos terroristas callejeros están proyectando al resto del mundo y que deberán ser condenados contundentemente.
Por actuaciones como las de las Unidades de Intervención Policial en Barcelona la Policía Nacional sigue siendo una de las instituciones más valoradas por la ciudadanía.
Mientras tanto, el próximo domingo tenemos una nueva cita con las urnas para elegir a los senadores y diputados que constituyan un Gobierno estable. Algo parece evidente: ningún partido obtendrá mayoría absoluta para gobernar sin acuerdos. Lo sucedido en Ourense, puede ser la antesala del escenario que se dibujará en España tras el 10-N. Pactos que ahora parecen imposibles, inevitablemente se van a dar. El interés general está en juego.
