Opinión

¿Por qué se suicidan más los Policías?

La respuesta a esta pregunta es compleja como también lo es el hecho de que la tasa de suicidios en la Policía Nacional duplique la del resto de la población. 

Un suicidio casi nunca obedece a una sola causa y es la máxima expresión de un descomunal sufrimiento. Cada caso deja una onda expansiva de dolor y un impacto emocional en familiares, compañeros y amigos de los que tan sólo 3 de cada 10 siguen un tratamiento de atención emocional continuado. 

167 policías nacionales se han quitado la vida desde el año 2000 en nuestro país, cuatro de ellos la semana pasada. Los casos de suicidio cuadruplican las muertes en acto de servicio en la última década en el Cuerpo.

El suicido es un problema de salud pública de primer orden. Según la OMS prevenible. Las personas que disfrutan de una relación de pareja estable, de una extensa vida social, que presentan alta autoestima y que se muestran con positividad al enfrentarse a nuevos retos contarán, como norma general, con una mejor salud mental. 

La pronta identificación y el tratamiento en el momento en el que la salud mental comienza a resentirse es la mejor estrategia preventiva. Para ello es necesario que toda persona que esté sufriendo, reconozca en primer lugar, que lo que le sucede es algo normal que padecen decenas de personas en su entorno y que cualquier problema tiene solución. Siempre hay salida. Contar el problema o hacer partícipes a terceros del dolor interno, ayuda a salir de esa situación. Los psicólogos entenderán cada angustia y aportarán las claves en una sociedad cada vez está más concienciada sobre su papel. 

En la Policía, sin embargo, queda mucho por hacer. La Administración reacciona apartando del servicio a los agentes que manifiestan una dolencia psicológica transitoria, lo que hace aguanten hasta que ya es demasiado tarde. Enfrentarse a situaciones traumáticas que podrían afectar en la forma de actuar en la vida privada. Puntual incomprensión e introversión social, evitando externalizar el sentimiento para no generar preocupación. Trabajar alejados durante muchos años de su entorno. Poco respaldo ante problemas profesionales y personales. Indefensión jurídica y policial. Desproporción de las Unidades de Régimen Disciplinario o Asuntos Internos. Estos son algunos de los añadidos que justifican que los policías abanderen las profesiones con mayor índice de autolisis. Disponer de un elemento facilitador unido a la falta de medidas preventivas encaminadas a mejorar el bienestar psicológico de los agentes ayudan a resolver la cuestión que nos ocupa. Prevención es publicar y aplicar el protocolo de prevención de la conducta suicida para la Policía Nacional, realizar autopsias psicológicas de cada caso, creación Unidades Básicas Sanitarias y evaluaciones de riesgos psicosociales, vigilancia de la salud mental con puntos permanentes de atención o formación antiestrés y seminarios sobre técnicas de control en situaciones límite.

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