Opinión

El sistema de voto telemático del Congreso

Desde el pasado 3 de febrero, en el que se ha aprobado la reforma laboral por un voto de diferencia a consecuencia de un error en la emisión del mismo, atribuido a un “fallo informático”, no ha cesado la polémica sobre el motivo por el que se ha producido y en consecuencia el funcionamiento del sistema de votación telemática del Congreso de los Diputados. A través de este artículo, trataremos de arrojar luz sobre la polémica, desde un punto de vista técnico y objetivo, evitando la valoración política.

El sistema de voto telemático del Congreso de los Diputados se basa en un método de doble confirmación. Para poder usarlo, los parlamentarios deben entrar en la intranet de la Cámara Baja con sus credenciales, buscar la iniciativa que se va a votar y clicar en ella. Una vez hecho esto, aparece una pantalla con tres opciones, diferenciadas además por color: sí en verde, no en rojo y abstención en amarillo.

Una vez se ha emitido la votación, el sistema conduce al diputado a una segunda pantalla en la que le presenta el borrador de su voto y le pregunta si está seguro de la votación que ha emitido. Aquí, el parlamentario tiene que confirmar la opción elegida o, en el caso de que se haya equivocado, volver atrás para pulsar el voto que verdaderamente quería elegir. Si sigue adelante, se genera un certificado digital con su elección que queda registrado en la intranet del Congreso.

Anteriormente a la pandemia, desde 2012, la Presidencia de la Cámara Baja, debía además verificar todos los votos emitidos a distancia mediante una confirmación telefónica con el diputado en cuestión, según el reglamento de la Cámara, pero este sistema se sustituyó por el referido de doble confirmación hace dos años. Desde el inicio de la pandemia, por unanimidad, todos los partidos políticos han respaldado hasta en tres ocasiones y sin objeciones suspender la comprobación telefónica del voto telemático.

El sistema de doble confirmación nunca ha fallado, desde su implantación hace 2 año, contando con el aval del secretario general del Congreso y de los servicios técnicos de la Cámara, según han ratificado fuentes oficiales de las Cortes, sin embargo, esto no quiere decir que sea infalible. 

Lo que sí se ha producido en ocasiones anteriores son fallos humanos en la votación telemática, como, en diferentes votaciones, el del exministro socialista José Luis Ábalos, el expresidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y la diputada de Unidas Podemos, Marisa Saavedra. En este caso concreto, este mismo diputado ya se había equivocado en otras dos ocasiones con anterioridad al emitir votos telemáticos.

Que el motivo fuera un error informático del software o un error humano es una diferencia importante, puesto que el Tribunal Constitucional ya ha tratado casos parecidos con anterioridad en parlamentos regionales, y sólo ha permitido que se anule la aprobación de la norma cuando se ha demostrado que, efectivamente, se produjo en la votación un fallo informático que impidió al parlamentario ejercer su voto correctamente. En cambio, en el caso de fallo humano, tanto si se comete de forma presencial en el Congreso como telemáticamente, la elección es irrevocable.

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