Es el gran día de la Guardia Civil! El día del acercamiento de la sociedad a los acuartelamientos, que le refuerza su sentido de buen hacer, principios, responsabilidad y cercanía a la ciudadanía. La fecha también nos sirve de vehículo, comprensión y cariño que la sociedad manifiesta al Benemérito Cuerpo. La festividad que cada 12 de octubre celebramos junto al cuerpo, lo acerca a los ciudadanos; lo que conlleva a adquirir, cada vez más, confianza mutua y, consiguientemente, colaboración más activa de la sociedad en la prevención y resolución de las conductas delictivas. Está comprobado, a través del largo tiempo de su existencia, que, cuanto más próxima al ciudadano está la Guardia Civil, más efectiva se hace la prevención del delito. De hecho, conviene recalcar, fue creada como la primera policía de proximidad de España; y la celebración del 12 de octubre ratifica y mantiene estos ideales para continuar siendo más eficaces.
También es el día para testimoniar a la Guardia Civil que somos mayoría los que vemos reciprocidad en sus ideales fundacionales con las necesidades de los españoles, antes y ahora. Basta observar que cuando el pánico nos embarga, por la accidentalidad viaria, que tantas víctimas causa, lo primero es pedir su presencia. Por ese ser recordados y echaros en falta, en momentos cruciales, es un buen día para estar con vosotros y felicitaros.
“Obedeced al poder. Si esto quiere decir ceded a la fuerza, el precepto es bueno, pero superfluo… Convengamos que fuerza no constituye derecho y que no se está obligado a obedecer sino a los poderes legítimos” (J. J. Rousseau, “El contrato social”). ¡Pues bien!, los ideales de vigor, constancia, amor… son los que hacen que el Benemérito Cuerpo haya sabido adaptarse a las nuevas realidades sociales y políticas, a la modernidad y a los nuevos retos; a las necesidades que los tiempos demandan, huyendo de respuestas parciales o de conveniencia. De lo que se deduce que cumple lo que el “El contrato social” de Rousseau transmite: obedecer al poder legítimo.
Valores profesionales, oponerse abiertamente a cualquier forma de corrupción, guardar lealtad a los mandos; y estos deben ser conscientes y estar convencidos de la importancia y de las responsabilidades que asumen al dirigir a hombres y mujeres a los que deben dar ejemplo en sus actuaciones; son connotaciones que, por asumidas, le pertenecen. De la misma manera, la no admisión de la dejación de responsabilidades y deberes propios, y que el equilibrio en la autoridad, justicia y ejemplo es donde reside la esencia de un moderno estilo de mando. Moderno estilo que se basa en crear y dirigir equipos, motivar y convencer a los hombres y mujeres que los forman; para que, sobre esa base, los grupos humanos sean capaces de identificar problemas, prevenirlos y atajarlos.
Como reza vuestro himno: “Vigor, firmeza y constancia. Valor en pos de la gloria. Amor, lealtad y arrogancia, ideales tuyos son”.
