Aunque sólo ejercí en la sanidad pública y soy un claro defensor de este modelo público, universal, equitativo y eficiente, no me llegó ?ni creo que necesariamente me tuviesen que avisar, aunque con otros sí lo hicieron-, la convocatoria de la conferencia que trató sobre el modelo de financiación pública privada de los edificios sanitarios, propiciada por la Federación de Asociaciones para la Defensa de la Sanidad Pública (FADSP). Pero me informé, a través de La Región, de que los expertos allí presentes 'alertan del coste de las obras sanitarias con capital privado'; además, hicieron una llamada de atención sobre el coste del Hospital de Vigo con esta financiación, ya que aseguran que saldrá a mayor precio. Y para ilustrarlo ponen como ejemplos a Madrid y Valencia ?gobernadas por el PP-; aunque se olvidan de Asturias y Baleares, que utilizan fórmulas idénticas y tienen color político bien diferente. ¡Será que lo válido en otros lados, no sirve aquí!
No hay que disponer de sesudas meninges expertas para darse cuenta y comprobar que, si usted compra un piso, adelantándole el dinero ?ya que no dispone de tal cantidad- el banco, cuando acabe de pagarlo, seguro que el precio final es mayor que si lo hubiera hecho a tocateja. Pero, al fin, dispone de vivienda. Ahora bien, puede arriesgarse por otras dos soluciones: esperar a ahorrar la cantidad, aunque se dé cuenta que con los recursos económicos que ingresa, en un escenario económico laboral dificilísimo para el ahorro, le va a ser imposible llegar a disponer de la cantidad; o, también, decidirse por no comprar piso. Y la realidad es que, de estas tres coyunturas ?fórmula de pago aplazado mediante financiación público privada, esperar al ahorro sin saber hasta cuando, o no comprarlo-, el bipartito de la anterior legislatura optó por no hacer nada, salvo la propaganda y el anuncio de unas cuanta maquetas en Vigo. Pero ahora nos alertan de los costes de la fórmula que se va a emplear en Galicia, que ya utilizan CCAA de todo signo político y otros países europeos.
¡Y repetir!, que si tan odiosa es esta fórmula de financiación, pues argumentan es un sistema tremendamente caro e hipotecario del futuro, ¿cómo es que un gobierno de izquierdas saca la Ley de Captación de Financiación en los Mercados concesionales de Obras Públicas, que busca fomentar la participación de la financiación privada en la construcción de infraestructuras públicas? ¿O es que lo que vale para el resto de España y para otras infraestructuras, no es válido para Galicia? ¿O es que los socialistas gallegos no piensan igual que los del resto de España? La Ley de Captación de Financiación? es la herramienta legal que está utilizando la Xunta; cabe preguntarse cual es el motivo por el que, si Zapatero argumenta que la fórmula público-privada de financiación de infraestructuras 'es la mayor estrategia de colaboración en la historia de España', los socialistas gallegos se obstinan con lo de hipotecar el futuro y privatizar.
Buscar financiación alternativa para construir centros sanitarios, en momentos de crisis económica y laboral, utilizando una fórmula legal surgida para tal situación, habilita facilidades y seguridad, conlleva a promover inversiones en un periodo más corto de tiempo y es una fuente de actividad económica y de creación de empleo. Esta acción, dinamizadora económica y laboral, no se puede desdeñar en este momento. Que sepamos, y nos somos nuevos en la materia, es la gestión y la prestación de servicios sanitarios, con su correspondiente financiación pública, las que otorgan el carácter público a la sanidad; ¡y no quién construye el edificio! ¿O mientras usted está pagando su vivienda, el banco prestamista le indica lo que puede y como puede gestionar su vida en la casa?
No resulta infrecuente, cuando se piensa en una obra pública, que venga a la mente la imagen de una carretera, línea de ferrocarril, lo cual no es incorrecto, pero sí insuficiente. En efecto, también forman parte de la noción ejemplos como un hospital público, una prisión o una escuela. Quizás esté ahí el equívoco, para esa interpretación satanizadora de la aplicación de la Ley de Captación de Financiación?.
