Opinión

Benemérito cuerpo, la Guardia Civil

¡Así es! Popularmente conocida la Guardia Civil como Benemérita, al serle concedida al Instituto la Gran Cruz de la Orden Civil de Beneficencia, con distintivo negro y blanco, en reconocimiento por los servicios prestados a la sociedad, hoy tenemos motivos más que suficientes para ratificar que continúa haciéndolo y, además, adaptándose a las nuevas realidades sociales y políticas, a la modernidad y a los nuevos retos; a las necesidades que los tiempos demandan. Huyendo de respuestas parciales o de conveniencia. Que sirva, pues, el 12 de octubre, el día del año que, por ser su gran día, recordamos al Cuerpo y a todos y cuantos guardias civiles lo componen, y nos acercamos a los acuartelamientos, lo que refuerza su sentido de cercanía a la sociedad, humildad y principios. También es el día para testimoniar a la Guardia Civil que somos mayoría los que vemos reciprocidad en sus ideales fundacionales con las necesidades de los españoles, antes y ahora.

En este último año, ante la escalada soberanista auspiciada por el Govern, habéis sido situados en la diana de los independentistas… Pero, lejos de atemorizaros por la provocación y las amenazas, demostráis siempre guardar respeto al poder democráticamente establecido y lealtad a los mandos. Recuerdo haber leído el “infierno” de un guardia civil desplazado a Barcelona el 1-O para defender la democracia y el respaldo frente al independentismo catalán. Y cómo, este defensor de la democracia, describe su vivir durante semanas en el barco Piolín, en las malas condiciones, aunque consciente de vivir algo único en cuarenta años de democracia. También, como el padre del único “mosso” asesinado por ETA, exigió respeto hacia las Fuerzas de Seguridad de España en Cataluña. Estremecedor que tenga que ser el padre de un agente que sufrió en sus propias carnes el desatino y la barbarie, para pedir respeto… ¡Ni que tuviera que haber muchos asesinados para comprender el trabajo de las Fuerzas de Seguridad!, que sólo están, y es su razón de ser, para mantener el poder legalmente establecido, la defensa del interés general y cumplir con el cometido que la Constitución encomienda.

Dar a todos y cada uno de los guardias civiles las gracias por la nunca admisión de la dejación de responsabilidades y deberes propios; a sabiendas de que el equilibrio en la autoridad, justicia y ejemplaridad, es donde reside la esencia de un moderno estilo de mando. Feliz día para todos los hombres y mujeres que vestís con orgullo el uniforme de la Guardia Civil y trabajáis con profesionalidad, entereza y compromiso para defender a todos los españoles. ¡Y cómo no!, sin olvidarnos de los familiares y amigos de la Guardia Civil que en los momentos difíciles y comprometidos, en aras de mantener el orden y la democracia que todos disfrutamos, son el soporte y apoyo que alienta a los componentes del Benemérito Cuerpo.

¡Guardia Civil!, como reza vuestro himno: “Vigor, firmeza y constancia. Valor en pos de la gloria. Amor, lealtad y arrogancia, ideales tuyos son”.

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