Opinión

CÉSAR MOREIRAS, TU VIAJE MUNDANO

Se me pasó! Leyendo La Región me entero de tu 'viaje al mundo'. La información relata que música, arte y muchos recuerdos llenaron la Casa dos Poetas de Celanova, en honor y memoria a ti, César, que fuiste -a través del Frente Comixario- un polifacético artista, ¡aunque mejor persona!, en tu corto viaje vital en este mundo. Nada me extrañó que se recordaran esas facetas, y otras más que seguramente salieron a relucir, al tratarse de una persona que continuamente andaba en la procura de la penúltima novedad.


Pero mis recuerdos hacia César vienen de su época de corresponsal de La Región en Celanova, a finales de los ochenta. Sí que era, César, dentro de su densa actividad, un periodista comprometido con la realidad, y con todo lo que se movía en 'as terras de Celanova'. Me llamaba, visitaba, en aras a arrancarme la rabiosa actualidad de A Merca para describirla simple y fácil, como sólo César sabía hacerlo como corresponsal del periódico en la comarca. Pero antes nos conocimos, ¡y cómo!, por una crónica en la que situaba a Corbillón en Allariz?; entonces lo llamé, sin saber quién me encontraría al otro lado del teléfono fijo del Ayuntamiento de A Merca. Saludo de rigor y presentación, para a continuación hacerle saber que Corbillón pertenecía a A Merca, aunque sí, es verdad, con diverso arraigo con la vecina Allariz. César, Cesarito, tomó nota, al día siguiente me visita y a partir de entonces... fiel amistad.


Me acompañaba a la ciudad para realizar 'sus gestiones en La Región del Paseo', como gráficamente describía su venida a Ourense. Aún no se sabía lo del correo electrónico. Hablábamos del presente y también del futuro que, como hoy, igualmente semejaba sombrío. Confió en mí como médico, por lo que enseguida supe el motivo añadido de su pesadumbre del tiempo futuro. No existe ventaja alguna en conocer el futuro, al contrario, es doloroso atormentarse sin provecho, creo recodar decirle?


Al leer las declaraciones de su hermano confirmo lo bien que lo conocía, algo que tampoco es de extrañar: afable, cariñoso y siempre consiguiendo lo que quería, porque 'sabía estar'. Como estaba, la última vez que lo vi, en la romería de 'A Virxe da Armada', en Rabal, acompañado de su madre Isabel.


No acudí, amigo César, al viaje al mundo que te brindaron ¡y bien merecido que lo atesoraste!, varias autoridades y amigos. Aunque, viéndolo bien, también recordar es ver volver. Te estoy viendo, escuchando, en el recuerdo de que ahora serías cincuentón; y una mejor persona imposible, pero como artista serías? ¡la leche!

Te puede interesar