Opinión

CONSULTAS DE 30 EUROS Y PRIVATIZACIÓN SANITARIA

El domingo 21 de noviembre salen en manifestación, por la defensa de la sanidad pública, los partidos políticos de la oposición y organizaciones sindicales. Llamó mi atención que, en primera línea, soportara la pancarta contra la privatización el máximo responsable de los socialistas gallegos y líder de la oposición en el Parlamento, además de propietario de clínicas privadas. Y no es que suponga un desmérito para un político ser empresario sanitario o vivir de la medicina privada. Pero sí que sorprende el énfasis que expone públicamente en la defensa de lo público en la calle y en el Parlamento, cuando se tienen intereses en la privada. Que uno sepa, el movimiento se demuestra andando.


Pero si no era suficiente el grado de querencia demostrado por la sanidad pública, seguramente tanto como uno mismo lo desea, con la visualización y esfuerzo en portar la pancarta, tres días después, el mismo 'Pachi' Vázquez sorprende cargando contra los médicos de la sanidad pública, al decir que se dejan manipular por 'consultas vespertinas cuando se les prima con 30 euros, al dar de alta a pacientes sin realizarles pruebas complementarias'. Remeda la grave acusación, ¡sin pruebas!, con la muy posible confusión de las consultas privadas de psicotécnicos, que él también debe conocer y los precios deben andar por esa cantidad.


¡Y no es para menos el estupor causado por el señor Vázquez! Sobre todo sabiendo que, siendo conselleiro del Gobierno gallego, y en calidad de propietario (empresario) de una clínica privada, solicita 'renovación de autorización de funcionamiento de un Centro Médico' en Carballiño, como titular del mismo. ¡Claro que es un centro sanitario privado! Pero el señor Vázquez, el domingo 21 de noviembre portaba pancarta 'non a privatización da sanidade'. No se debe demonizar la sanidad privada para aquellos pacientes que, haciendo uso de su libertad para escoger la mejor opción, deseen acudir a ella. Y, además, pienso que representa un buen complemento para la pública.


No es criticable la actitud del señor Vázquez por, como líder de los socialistas gallegos ser empresario de la sanidad privada y ejercerla. Pero parece una broma ?y con la sanidad no se debe tontear-, que sea precisamente él, el que acuse de privatización de la pública cuando no se ha privatizado nada; a no ser que se trate de una manifestación preventiva, por parte del buen conocedor que es de la privada o el temor a la competencia que le pudiera hacer la pública se hubiese la osadía -¡piense que no la va haber!-, si se privatizara. ¿O defensor de la medicina pública por la mañana y de la privada por la tarde? Y tampoco se entiende que acusen de privatizadores a los demás, quienes para el Hospital público de Vigo no dejaron un euro de presupuesto para obra, ni equipamiento, ni expropiado los terrenos. O que continúen acusando de privatizar los mismos que dejaron el edificio del Hospital de Lugo vacío, o los creadores del holding empresarial Galaria. Como tampoco es comprensible que salgan a la calle a protestar contra la privatización los mismos que incrementaron la derivación de la asistencia sanitaria pública a los centros privados concertados, en una legislatura, el 44%, etc., etc. Y los mismos que en una legislatura no pusieron a funcionar ni un solo centro de salud.


Utilizar la sanidad pública, su gestión y la utilización más eficiente de recursos y a sus profesionales, como moneda de cambio para obtener réditos políticos, no es de recibo; y menos aún generar desconfianza y alarmismo sobre una sanidad que es y seguirá siendo totalmente pública.


Y ahora pretender invertir 'la carga de la prueba', o sea, los mismos que acusaron, solicitan que el acusado ?Sergas- demuestre que no cometió el delito. ¡Ya tienen guasa! Y 'Pachi', líder político, empresario de la sanidad privada y defensor de más de lo mismo y sin límites de lo público. Hasta ahora sabía que, si el demandante no prueba la comisión de la falta o el delito, el demandado no necesita su inocencia. Pero como nos encontramos delante de un empresario de la privada, que trata de defender a la pública, todo es posible entre los ¡progresistas!

Te puede interesar