Opinión

¡Cooperación! ¿Qué cooperación?

Es miércoles 12 de mayo, la prática totalidad de la prensa se hace eco de una significante primicia, tras el encuentro de Sánchez e Iglesias el día anterior. El encabezamiento de La Región es: Sánchez e Iglesias se marcan como meta un “gobierno de cooperación”.  Ante tal titular de actualidad no puedo más que recordarme de Juan Ramón Jiménez, cuando su exclamación: “La transparencia, Dios, la transparencia”. Para la ocasión me vino a la cabeza, ante esta buena nueva: la cooperación, Pedro, la cooperación. Pero, ¡Pedro!, cómo no va existir cooperación entre socios. ¡Hombre!, Pedro, la cooperación la conocemos y llevamos tiempo aplicándola, en la escuela de los políticos y de la política más cercana al ciudadano, la local y provincial. Además... ¿puede resultar primicia cooperar en política?

Es conocido el beneficio de la acción de cooperar –coperación-, como estrategia del trabajo conjunto, con el objetivo de alcanzar una meta común; o como el resultado de una estrategia aplicada a un objetivo. Sea como fuera, el notición es que el PSOE presume de rebajar las exigencias de Iglesias, al decir: “Esto es un Gobierno de cooperación, no de coalición”. Todo parece indicar, entonces, que se rebaja la acción de cooperar ante una posible coalición. A no ser que Sánchez no quiera ser víctima de la temible sentencia de Aristóteles: “Todos los gobienos mueren por la exageración de su principio”, siendo ese principio la cooperación.

En la Diputación de Ourense, en el mandato que estos días finiquita, liderado por el presidente provincial, llevamos ejerciendo en la práctica de todas y cada una de las acciones la cooperación interinstitucional, ya sea con instituciones públicas o privadas, en aras a lograr los objetivos previstos. Gestión cooperativa con mayúsculas, aunando sinergias. Y ahora surge, como Ave Fénix, en la escena de la alta política de Estado, Pedro Sánchez, con el redescubrimiento de la cooperación; pero, eso sí, para “rebajar” las exigencias del podemita. Flaco favor a la política, como arte de hacer posible lo necesario y que necesita de la cooperación para lograrlo.

Quizás marcaje férreo o tiempos de rebajas. Lo que sí es cierto, entre medias, la dilación con la que lleva Sánchez su investidura y la consiguiente formación de gobierno. Un mes antes de las municipales del 26 de mayo fueron las generales y aun hoy no hay investidura ni se le espera. Y, sin embargo, los gobiernos municipales ya están en escena. ¿Qué cooperación?... pues la de los gobiernos municipales que, sólo por estar y gestionar próximos al administrado, están prestos a cooperar con las demás instituciones, como herramienta que haga posible satisfacer sus necesidades, y no como táctica para disminuir las pretensiones del posible como necesario aliado. La primera es cooperación con mayúsculas y una ineludible forma de eficiente gestión; la segunda es tacticismo político.

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