Opinión

Cuando necesitas y no tienes...

Esta semana, en “un proceso y pionero, sólo por concurso de méritos, se incorporaron 106 nuevos médicos a plazas de difícil cobertura de A. Primaria de forma urgente, estable y permanente” (La Región viernes 30, pág. 39). Ante situaciones extraordinarias las respuestas también.

¡Sin el quizás! Cuando más sentimos la preocupación, llegando a desesperarnos, es ante la necesidad de atención sanitaria y, por la causa que fuere, no la tienes. En situaciones así el malestar y cabreo nos pueden, a veces en mayor medida que el propio padecimiento. Tener que soportar un déficit sanitario resulta un trago amargo para pacientes y acompañantes, que ni siquiera lo inhiben las buenas experiencias previas. Y debido a ello también resulta fácil hacer demagogia de la situación. Pero, ¡no caben demagogias!

Hace unas semanas, el consejero de Sanidad del Servicio Extremeño de Salud, a la vez que vicepresidente de la Junta de Extremadura, José María Vergeles, reconoció que “ni con todo el oro se soluciona la falta de médicos, pues no tenemos profesionales; la escasez de médicos no es un problema de falta de presupuestos”, destacó en el Parlamento de Extremadura. Es coincidente este pronunciamiento de la autoridad sanitaria extremeña con la crónica del periódico asturiano El Comercio, al informar que los profesionales de la sanidad pública asturiana claman por la falta de personal, y la consiguiente presión asistencial, con un “¡tamos fartucos!”. Huelga decir que Extremadura y Asturias están gobernadas por socialistas, no siendo novatos ni advenedizos en la gestión sanitaria de sus respectivas Comunidades.

¿Y qué ocurre en Galicia ante idéntica situación sanitaria, carencia de profesionales y gran presión asistencial, el correspondiente malestar, y la oposición ofreciendo recetas arregladoras? Pues que, como Neme suele decir, “las tornas se vuelven lanzas o consejos vendo pero para mí no tengo”: 1) El BNG, según titular de La Región, “recolle sinaturas pola defensa da Atención Primaria, para sacar adiante unha iniciativa Lexislativa Popular, porque hai recortes e falta de médicos de referencia…” 2) El PSOE, con titulares varios, quejándose de la situación deficitaria; aunque destaco un artículo en La Región con el titular: “¿Qué será de nosotros?”, donde informa de la presentación de una “Proposición No de Ley solicitando por enésima vez a la Xunta soluciones, ya que se repiten respuestas evasivas y acusatorias”. 3) Y el día que el presidente de la Xunta comparece en el Parlamento de Galicia para dar cuenta de las líneas maestras de los Presupuestos 2023, y anuncia su apuesta por bajar impuestos preservando los servicios públicos, los socialistas le instan a deponer su pasividad y dar soluciones ante la falta de sanitarios y contrate médicos…, cuando lo realmente cierto es lo que ellos mismos dicen en Extremadura y Asturias, que no hay médicos en la lista de sustituciones o, si se comprende mejor con la expresión del consejero extremeño: “Ni con todo el oro se soluciona la falta de médicos”. O sea, la oposición reclama en el Parlamento de Galicia lo que allá donde gobiernan observan que es imposible y carecen de medidas terapéuticas, siendo el diagnóstico de la situación deficitaria el mismo.

No es cuestión de diluir responsabilidades propias y endilgárselas a otros, tan visto en política; se trata de reivindicar en la institución a la que compete la responsabilidad de la falta de facultativos en condiciones de trabajar en el sistema público; y para esta real posibilidad sólo se contempla formar más especialistas en las especialidades carentes; ello depende únicamente del Ministerio, pese a que son las Comunidades Autónomas las que sufragan los costes. Se trata de problemas comunes a las distintas Comunidades, por lo cual el diagnóstico y las soluciones también. Tanto es así que, en la primera visita del presidente Rueda a la Moncloa, a finales de julio, la agenda sanitaria fue prioritaria, insistiendo en lo “imprescindible” del MIR extraordinario y la nueva especialización de medicina de urgencias y emergencias, que son peticiones coincidentes con la agenda de las demás Comunidades. De la actual situación de carencia de profesionales todos tenemos parte de responsabilidad, pero mayor en la Administración que le asiste. Lo que sobra es la demagogia de quienes saben la solución aquí y la ignoran donde gobiernan, ante el mismo problema.

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