Desde hace años, bastantes antes de que acabase el siglo pasado, soy, con algunos aficionados más, socio del C.D. Ourense. Y digo algunos pues no sabía oficialmente que fuésemos tan pocos para una ciudad que rebasa los cien mil habitantes. ¡Moraleja!: si el equipo se mantuvo y ascendió este año, después de una larga travesía por la Tercera división, es gracias a las instituciones públicas ¡Si por masa social fuese, y de la empresa privada dependiese, de cráneo iría el Ourense! Consiguientemente, respeto máximo a las instituciones públicas y personas que las rigieron, ya que son los artífices de la existencia del equipo, con más acierto o no y para bien o para mal, que opiniones diversas hay. Y las primeras felicitaciones y recuerdos se las deben llevar esos pocos -parece que 800 socios- y los aún menos que fuimos domingo tras domingo a O Couto, aguantando penurias e imponderables? Como sucede siempre, cada nuevo proyecto atrae gente nueva y lo que se espera es que no sea flor de un día.
Con el proyecto empiezan ilusiones y objetivos: 'Objetivo 3000', acercar el club a la afición, transparencia, eficiencia, trazabilidad? ¿Quién no comulga y anhela estas intenciones? Desde el valor de la humildad escénica, que la nueva directiva transmitió, y el reconocimiento del difícil escenario que atravesamos, que por si sólo lastra cualquier proyecto, debemos mirar hacia delante, teniendo presente:
-Reconocimiento a los que precedieron en el trabajo, ya que si el equipo está donde se encuentra actualmente, algo hicieron bien. Otros equipos con mayor potencial, respaldo social y de aficionados quedaron por el camino.
-El anhelo de las intenciones, sobre todo con la base-cantera, aún lo conservo en las meninges, explicado muy bien por Aníbal y su equipo? Y al final quedó como quedó. La cantera no es viable si se gestiona sin dinero, sin dedicación, sin paciencia y sin buenos entrenadores/educadores.
-Que las cosas en el fútbol pueden salir mejor, no tan bien y mal. Y el resultado del momento es el que prima y lo valorado. Pero ese resultado deportivo nunca es el definitivo para hacer el diagnóstico de una buena gestión global.
-Que haciendo caso del mejor presidente que vio el fútbol ?D. Santiago Bernabéu-, lo mejor del fútbol es el balón, y para eso es un 'hijo de puta'. Con ello hay que contar.
Mientras, sólo desear sentido común, suerte y apoyo para el nuevo equipo directivo. Y que piensen que, en esta primera andaina, los objetivos deben ser pocos, concretos y realizables. Y los demás, a colaborar cada domingo desde las gradas.
