“El más fuerte no es nunca bastante fuerte para ser siempre el señor, si no transforma su fuerza en derecho y la obediencia en deber… Y que no se está obligado a obedecer sino a los poderes legítimos”
(J. J. Rousseau, en “Contrato Social”).
Guardia Civil!: En innumerables ocasiones nos hemos referido a vuestra labor callada y de vocación de permanencia a lo largo de la historia, con capacidad de adaptación a las nuevas realidades sociales y políticas. Y en estos últimos meses, también; aunque además, a la urgencia del reto socio sanitario, derivado del covid-19, que puso a prueba vuestra superación en momentos cruciales. Así, en plena pandemia, el 13 de mayo, los hombres y mujeres que integráis el Cuerpo de la Guardia Civil, conmemorasteis el 176 aniversario de la fundación de la institución. Mi reconocimiento y el de la mayoría de los españoles de bien, ya que lejos de fastos conmemorativos, os dedicasteis a la responsabilidad de prevenir la difusión del virus y controlar la pandemia, intensificando los servicios para garantizar el cumplimiento de las medidas tomadas por el Gobierno. Al lado de los alcaldes, para coordinar servicios y apoyos; junto a la Policía Local –donde la hubiese-, para el cumplimiento de lo ordenado. Extremando controles para hacer efectiva la aplicación de acuerdos. Apoyo relevante en las labores asistenciales esenciales: desinfección, traslado de enfermos y fallecidos, transporte de alimentos y medicinas… Sin descuidar la vigilancia de la seguridad vial durante la pandemia. Instituciones como la ONCE reconocieron públicamente a la Guardia Civil su trabajo.
Si bien la Guardia Civil, ya desde su principio fundacional, fue popularmente reconocida y admirada por sus numerosos servicios de auxilio y ayuda a la población en toda clase de catástrofes y desgracias, adquiriendo el título de Benemérita al serle concedida la Gran Cruz de la Orden Civil de Beneficencia, hoy, más que nunca, valga este 12 de octubre, vuestra festividad, como el de acercamiento del Benemérito Cuerpo a la sociedad, que refuerza el sentido de cercanía y es coincidente con la demostración de cariño que la misma sociedad manifiesta al Cuerpo a través de los 176 años de su existencia. Es por ello que la festividad del 12 de octubre de cada año acerca el Cuerpo a los ciudadanos, lo que conlleva una confianza mutua y consiguientemente una colaboración más activa ante las necesidades y conductas. De siempre la Guardia Civil ha constituido uno de los patrimonios más queridos y estrechamente vinculados al pueblo español.
Dadas las contingencias que actualmente estamos viviendo, de índole sociosanitaria y política, donde el poder político legalmente constituido desparrama más de lo necesario, con declaraciones impropias y no valorando en gran medida vuestro servicio al interés general, sirva el 12 de octubre como expresión de acercamiento diario del Cuerpo a la sociedad y, asimismo, como vehículo de entendimiento y comprensión. Reproduzco aquí el comienzo de un artículo del coronel de la Guardia Civil Sánchez Corvi, con motivo del 176 aniversario del Cuerpo: “En 176 años de la historia de un país cambian muchas cosas, casi todas, y más en nuestra querida España…, pero también son muy pocas las que permanecen firmes e inalterables, la Guardia Civil. Inalterable en su esencia, en los valores…, en el servicio al ciudadano”. ¡Transcribo lo dicho!; somos gran mayoría los que damos fe de ello, lo demostráis con creces.
Por lo que a mí respecta, dar, a todos y cada uno de los hombres y mujeres guardia civiles, el sincero agradecimiento por la nunca admisión de la dejación de responsabilidades y deberes propios; a sabiendas de que el equilibrio en la autoridad, justicia y ejemplaridad es donde reside la esencia de un moderno estilo de mando. Como reza vuestro himno: “Vigor, firmeza y constancia; valor en pos de la gloria. Amor, lealtad y arrogancia, ideales tuyos son”. Siempre demostrando reciprocidad de vuestros ideales fundacionales con las necesidades de los españoles, antes y ahora. ¡Gracias!, Guardia Civil.
