Opinión

La maldición de los ex

Cuando en La Región del martes 30 de octubre leo, en relación con el proyecto de la estación intermodal del AVE en Ourense: “El núcleo duro del ex gobierno PSOE pide anularla”, inconscientemente me asoma el recuerdo de la frase que encabeza el titular, que no es otra que “la maldición de los ex que ni comen ni dejan comer”. Hasta Lope de Vega le dio para escribir una de las míticas comedias, allá por 1611… Pero el perro del hortelano sigue a la orden del día. Ni come ni deja comer, el maldito. O la maldita, porque no entiende sexos.

Toda legitimidad de la ex cúpula de gobierno municipal socialista para alegar, como cualquier hijo de vecino, contra la intermodal del actual presidente del Gobierno. Ni voy a ser yo el que entre en la piel de un partido, el socialista, donde los ex –incluidos dos alcaldes y la concejala de Urbanismo- discrepan y se enfrentan a su partido por claudicar con el proyecto de la intermodal. ¡Pero sí que es altamente desconcertante y preocupa esa división –semeja enfrentamiento- en aras a la posible alteración de un proyecto de interés general para Ourense, no para un partido político! Si al núcleo duro de la anterior etapa –como describe La Región- alega incumplimiento del estudio informativo de la intermodal con respecto al proyecto original firmado por el gobierno socialista de Zapatero, también se podrá decir alto y claro que la reformulación del proyecto por parte del gobierno de Rajoy y ahora ratificada por Sánchez tiene sentido y, lo más importante, legitimidad. 

Recuerdo que, cuando el 20 de noviembre del 2011 se confirma la victoria por mayoría absoluta de Rajoy, quien estas líneas escribe le dirigió cinco días después (25 de noviembre) un escrito al entonces alcalde socialista –que ahora compone ese núcleo duro- en los siguientes términos: “Ante la intención del Ayuntamiento de Ourense de seguir adelante, al igual que el Ministerio de Fomento, con el concurso para la redacción del proyecto de construcción de la nueva estación intermodal en A Ponte, inste a ADIF la paralización del contrato del servicio para la redacción del proyecto, dado que no se entiende que un gobierno en funciones continúe con un proceso en una infraestructura tan importante como la de la alta velocidad para Ourense…”. Caso omiso por respuesta, bajo la excusa de evitar retrasos; algo que ahora, con su proceder, les importa nada a los mismos actores.

Y, siete años después, los advertidos por el PP municipal, se transforman ahora en advertidores de “posible prevaricación administrativa por un posible delito de fraude…”, además del enfrentamiento a sus actuales compañeros. ¡Vaya, vaya!, con los ex. 

 ¿En qué partido, dirán muchos de ustedes si aún llegaron en su lectura hasta aquí, no existen puntos de vista diferentes, opuestos, etc.? Sí que los hay. Pero a considerar que no tiene igual trascendencia, ni afectan al interés general, las diferencias internas en la formación política, que cuando repercuten más allá y colisionan con los intereses de todos. Al igual que los ex, por mucho interés que hayan tenido en su día por un proyecto, hasta el punto de echarlo para adelante con un Gobierno en funciones, debieran tener respeto por las decisiones de sus sucesores. Pero visto lo visto con los ex, ni siquiera se pronunciaron, ni ahora respetan a los suyos. La maldición de los ex está servida en un plato frío; será por eso que no comen ni dejan comer. El maldito, o la maldita, de Lope de Vega.

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