Opinión

ES EL MOMENTO DE LOS ATRIBUTOS Y VALORES

Considero que es, en momentos como los que nos toca vivir padeciendo, cuando los valores y atributos de los autollamados partidos de izquierda, y ¡progresistas!, afloren con sus vituperadas prestaciones sociales, públicas, solidarias? de tolerancia. ¡Ahora o nunca! Es la hora de no confundir a la ciudadanía con argumentos contradictorios, como que bajar impuestos es de izquierdas, y si, a continuación, rectificas y los subes, también es de izquierdas. Debemos borrar de nuestra conducta la táctica por la que si no puedes convencer con la razón, pues emplea la confusión.


No es justo, ni de justicia, que haya distinciones entre comunidades, de tal manera que tengamos un Gobierno en España, que considere a unas de esas comunidades de primera con respecto a otras. Y, lo que sería de justicia, es que los criterios establecidos beneficiasen a las comunidades más cumplidoras en el cometido pactado.


Y ya no pido que se otorgue más a quien más lo necesita ¡que sería muy solidario y progresista! Sino que se premie, como muestra de justicia social y solidaria, a quien hizo el esfuerzo debido. Pero, cuando la respuesta es la contraria, se están potenciando intereses partidistas, fuera de todo rigor y responsabilidad.


El ejemplo a mostrar lo dice todo: Galicia, en el 2009, fue una de las tres únicas CC.AA que cerró el año en estabilidad presupuestaria, y volverá a ser en el 2010 una comunidad cumplidora, que se ajustará al objetivo de estabilidad presupuestaria. Para qué sirve la disciplina y el esfuerzo, si Zapatero permite a la Cataluña incumplidora emitir deuda, y no a Galicia la cumplidora. Dirán que la recompensa de una buena acción es haberla hecho, pero siempre esperamos que la recompensa del objetivo realizado sea valorada por encima del que no lo hace. ¡O, al menos, así parece!


Como parece que asistimos, impertérritos, a políticas de hechos consumados, con formas erráticas, improvisadas y contradictorias, las mismas que hicieron bandera antaño y aún son seña de identidad ¡progresista!; pero en teoría y de cara a la galería. Por eso coincido con lo que acabo de oír, y sin pensarlo le doy el total beneplácito: casi todos los motivos de desprecio hacia la política suelen radicar en la quiebra de una expectativa desmesurada.


¿Aún es posible creer a los que se apropiaron de los valores y atributos sociales, de lo público, solidarios?? Piensen que no los ponen en práctica en el momento más oportuno.


En este panorama, defender el arte de la oportunidad política supone hacerse acreedor de todas las iras que se dirigen contra los abusos de la política. ¡Cuánta razón? Innerarity! Nos están infundiendo que la vida es pura contradicción; y no sólo porque 'separado' se escribe todo junto, y 'todo junto' se escribe separado. ¡Qué va?!


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