Opinión

Mutualizar la reponsabilidad


Pues muy bien! Compartamos, que sea mutuo o recíproco, ya sean los costes, la deuda, el riesgo o la necesidad. Cuando Sánchez Pérez-Castejón ofrece algo más que medidas, cual es un “gran acuerdo de país” que dé repuesta a las consecuencias económicas de la guerra, la diputada del PP Elvira Rodríguez lo denomina “mutualizar la responsabilidad”, lo mismo que hizo con el covid. Me queda la duda de si Pérez-Castejón ha mutualizado alguna vez el éxito, si es que hubiese alguno desde que es presidente. De los reveses no se olvida hacerlos recíprocos. Participarle, querido lector –si es que aún no le aburrí-, que la personalidad narcisista posee una sobrestimación de las propias capacidades, subestimando la valía y capacidades de las personas de su entorno, con constantes fantasías de éxito y de poder. Es por eso, lo  que nos traslada Neme: El presidente está en la cumbre; cumbre de presidentes, cumbre europea, cumbre de la OTAN. 

El narcisismo hace un ser encumbrado por sí mismo, al que mutualizar el éxito no se le espera ni se contempla, pero sí los problemas reales que le atañen y sufre la sociedad –sí, muchos son derivados de la guerra-, que ni los asume, echa balones fuera, se escaquea y por fin busca la mutualización. ¿Dónde está el Gobierno de España en la huelga de transportistas? ¿Dónde está el manido diálogo que tanto pregonan, o es que el diálogo ya se ha convertido en una de las grandes demagogias de nuestros días? ¿Es que con criminalizar a los huelguistas y piquetes, que los hubo siempre, y como siempre dije que de informativos nada de nada, pero que ahora para este gobierno de coalición progre, sufrieron metamorfosis hacia la ultraderecha? Será porque gobiernan los autollamados progres, pero el prototipo de estos huelguistas y piquetes no se semejan en nada a la ultraderecha. Eso sí, desde que alumbró Pérez-Castejón presidente, todo contestatario es antipatriota, de derechas o de la ultraderecha. ¡Punto pelota!

¡Pero hay más!, y todo tiene “su lógica”: fue Sánchez Pérez-Castejón quien despenalizó la violencia de los piquetes, los mismos a los que ahora criminalizan como de extrema  derecha, hace un año con la derogación del artículo 315.3 del Código Penal; o sea, se han despenalizado las coacciones individuales o grupales para iniciar o continuar una huelga, eliminando también el derecho de acudir al trabajo. Como dice, el siempre atento Neme, la cagada la hicieron el año pasado cuando despenalizaron las coacciones, sin ocurrírsele que también pueden aparecer “sindicatos” e “informadores” que non controlen; y hoy están rajándose la vestidura con lo de que la huelga de transportistas está siendo abordada por “por posicionamientos de la ultraderecha”, como manifestó la portavoz del gobierno. Los mismos que hablan de criminalización, cuando estaban en la oposición llamaban a la movilización callejera.

En la Editorial de La Región del viernes 18 de marzo, su titular fue “Transporte, así no” y considera “urgente que se detenga esta deriva que tanto daño está haciendo a la cadena productiva y a la libertad de las personas…, pero antes es urgente preservar los derechos de los ciudadanos. ¿Qué son sino extorsionadores los mal llamados “piquetes informativos”, violentando…” Pues lo suscribo en su totalidad, hace dos años como ahora. Y aunque unos lo pensábamos y lo decíamos antes, también lo pensamos y decimos ahora; y los progres no lo pensaban ni lo decían antes, despenalizaron la violencia de los piquetes  y hoy el Gobierno hace dejación de funciones esperando a que los problemas se arreglen por maceración hasta el veintinueve de marzo. ¿Mutualizamos la responsabilidad, señores del Gobierno, para compartir calamidades? Decía aquel presidente americano que el éxito tiene cien padres y la derrota es huérfana. Para Sánchez Pérez-Castejón el éxito es suyo, pero cuando vienen mal dadas mutualizamos la responsabilidad. Propio de un ser encumbrado.

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