Opinión

Performance y postureo

Se le atribuye al expresidente de los Estados Unidos Abraham Lincoln -otros dicen que es un refrán criollo- el proverbio “no cambies de caballo a mitad del río”. Provenga de donde sea, yo lo entiendo como que no se debe cambiar de proyecto a mitad del camino, o cuando a alguien le convenga. Dicho de otra manera, quizás más didáctico: no alterar el curso de lo acordado, o de opinión en un momento dado o inoportuno. Pero aun sin caballo por medio, hay quienes cambian de parecer, de intención y, para mostrarse creíbles ante la ciudadanía, montan un circo de performance y postureo. Es exactamente lo que está sucediendo con los socialistas de Ourense y Galicia en su afán escénico para figurar un cambio de gobierno municipal en la ciudad de Ourense.

Es sabido que tras las elecciones municipales del año 2019 y antes de constituirse las corporaciones locales, en una mala (por equivocada) decisión en forma de ambición desproporcionada, cometida por los socialistas de Ourense, les llevó a partir de entonces a un sufrimiento que lamentan y desean corregir, no reparando en maneras. ¡Sí!, en el pecado va la penitencia. Y la penitencia les hace conducir a políticas de postureo y performance. Porque lo cierto, sensato y consecuente debiera ser –tuvieron la oportunidad- que en junio del 2019 se llegara a un acuerdo consistente en que allí donde ninguna fuerza política alcanzara la mayoría absoluta, gobernara la lista más votada, tal como proponía el PPdeOU; si los socialistas se avinieran al cuerdo no estarían ahora con las tentativas desesperadas por cambiar de “caballo” a mitad de mandato que, al no poder hacerlo, la incapacidad les conduce a tomar medidas que conllevan a situaciones esperpénticas de postureo y performance. Estar permanentemente con el mantra de cambio en la alcaldía y, cuando no, escenificando detrás de una mesa a que lleguen los populares a una reunión, se trata de un paripé muy lejano a una praxis de solución política.

Y, por si les parecía a los socialistas escasas sus progresistas medidas de postureo, para dar publicidad y aparentar el intento de mejora de la política local, recurren a un pleno extraordinario en la Diputación, solicitando “a dimisión inmediata do alcalde de Ourense…” Un quítate tú, que me pongo yo. ¿Dónde sitúan los socialistas la autonomía municipal, para venir con solicitudes extraordinarias a la Diputación? Porque no, no es verdad que el Ayuntamiento de Ourense tenga el alcalde que tiene por el PP, ¡no! Al máximo responsable de los socialistas de Ourense se le dijo, tras las elecciones municipales de 2019 y a vista de los resultados en la ciudad y provincia, que gobernase la fuerza más votada, los socialistas en la primera y los populares en la segunda, que habían ganado a un solo diputado de la mayoría absoluta. ¡Pero lo rechazaron! Lo querían todo. Su desmesurada ambición, ignorando en aquel momento la trascendencia de la negativa, hizo que lo perdieran todo. Y sin querer resignarse y asumir que “de aquellos polvos estos lodos”, sólo viven y se empeñan en performance, postureo, plenos extraordinarios, obviando hacer política para la ciudadanía.

A día de hoy, y desde junio de 2019, si es que les preocupa tanto la situación del Ayuntamiento como aparentan, que se miren el propio ombligo ya sin rastro del cordón umbilical; ir más allá a buscar culpables son excusas de mal perdedor. Y es que la ambición rompe el saco, como ese intento por la puerta de atrás de hacerse con la Diputación con una moción de censura, repartiendo cargos a diestro y siniestro… Además, cuando hablen de gobierno de vergüenza, letal e insultos, que recuerden ¿quién gobierna España con independentistas y filoterroristas e insulta con mangantes y piolines a los españoles que no son socialistas y a los policías, respectivamente? “Lasciate ogni speranza”: Dante a la puerta del Infierno.

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