Un programa desarrollado en más de 150 páginas de texto, validado por las direcciones y las bases de los partidos Socialdemócrata, Verdes y Liberales, se pone en marcha este miércoles en Alemania como Olaf Scholz como canciller. Un tripartito que sustituye a la coalición que formó Merkel entre con la CDU y el PSD. En el círculo de Scholz afirman que el resultado electoral demostró que la mayoría de los alemanes apostaron por la continuidad, y es la razón de que votaran a Scholz más que al candidato de la CDU Laschet, ya que el ya canciller había formado parte del equipo de Merkel como ministro de Finanzas. Un dato que, según interpreta ese círculo, tendrá muy en cuenta Scholz para no defraudar las expectativas puestas en su persona.
El nuevo gobierno es paritario, con el ministerio de Finanzas en manos de los liberales, el de Asuntos Exteriores de los Verdes y, muy significativo, el de Sanidad en manos de un diputado y epidemiólogo socialdemócrata, muy conocido por la ciudadanía por sus intervenciones en los medios de comunicación, donde se ha mostrado muy intransigente con las medidas anticovid y es partidario de la obligatoriedad de vacunarse. Precisamente la lucha contra la pandemia ha sido marcada por Scholz como la prioridad inmediata y de hecho la vida política y social de Alemania está absolutamente centrada en controlar los brotes de la variante ómicron, para impedir una sexta ola tan nociva como la que se produjo hace casi dos años.
Aparte de la lucha contra el covid, el nuevo canciller se enfrenta a una situación complicada por la llegada masiva de inmigrantes y refugiados a la frontera de Bielorrusia con Polonia, que pretenden cruzar este último país para llegar a Alemania, donde creen que tendrán más posibilidades de iniciar una nueva vida que en Polonia. Por otra parte Scholz inicia también su mandato con la mirada puesta en la crisis de Ucrania, que afecta a la seguridad de toda la UE y a los países miembros de la OTAN. De hecho, en la conversación telemática mantenida entre Joe Biden y Vladimir Putin, ese ha sido el principal punto a debatir, con posiciones intransigentes por parte de los dos presidentes, con Putin reivindicando la territorialidad de las dos provincias ucranianas hoy ocupadas por Rusia, y Biden exigiendo la retirada.
El lema del nuevo Gobierno alemán, el tripartito, es “Atreverse más con el progreso”. El programa incide en cuestiones clave para el futuro como la transición ecológica, las políticas energética y medidas sociales. Pero por encima de todas ella lo urgente ahora, lo inmediato, es la lucha contra el covid. Una cuestión de supervivencia.
