Opinión

Boris Johnson gana terreno

La elección del líder del Partido Conservador británico suele en ocasiones deparar sorpresas dado el largo proceso por el que pasan los candidatos hasta que solo quedan dos, uno de los cuales será el próximo inquilino del 10 de Downing Street. Ocurrió con la elección de David Cameron en 2005, que le cogió afición a los referéndum y, tras librar con bien el de la independencia de Escocia, se metió el batacazo con el relativo al Brexit, que ha dado origen al mayor terremoto en la política británica y europea de los últimos tiempos.

Tras la primera criba en la elección del nuevo líder de los “tories”, en la que había diez candidatos, tres de ellos han quedado eliminados al no haber alcanzado el 5% de los votos de los 313 diputados conservadores, mientras que el principal candidato, Boris Johnson, ha mostrado sus cartas credenciales y se ha hecho con el respaldo de 114 de ellos, lo que le confiere una abultada ventaja sobre el segundo clasificado, el ministro de Exteriores, Jeremy Hunt, que alcanzó solo 43. Son los dos candidatos que parten con mayores posibilidades de llegar a la ronda final en la que se enfrentarían entre ellos en la elección de los militantes. No obstante otros candidatos han logrado salvar los muebles y siguen en la carrera, cerca del segundo clasificado.  

Las posiciones entre todos los candidatos están claras: o un Brexit duro como propone el exalcalde de Londres, Boris Johnson, o una salida de la Unión Europea más o menos dura, o incluso con el acuerdo que firmó Theresa May y que fue tres veces rechazado en la Cámara de los Comunes, como defiende  el responsable de Desarrollo Internacional, Rory Stewart, que fue quien quedó el último en el recuento de los votos.

En la segunda votación, que tendrá lugar el próximo martes, sube la apuesta y cada candidato necesitará el apoyo de al menos 32 diputados, el 10% de los diputados “tories”.  

Ahora comienzan una serie de debates entre los candidatos en los que no es seguro que participe el lenguaraz Boris Johnson. Precisamente por esa característica suya de hablar demasiado, su equipo ha diseñado para él una campaña de perfil bajo, con pocas entrevistas e intervenciones públicas para tratar de mejorar su imagen o al menos para que no se lance por el camino de las inconveniencias que puedan pasarle factura en las votaciones. Un retraimiento que sin embargo también  hace que le lluevan crítica por cuanto impide conocer sus verdaderos planes.    

Boris Johnson además cuenta con el aval extraparlamentario del presidente de Estados Unidos, Donald Trump,  que le eligió como su candidato preferido  para que llevara a cabo un Brexit duro y al que aconsejó que denunciara a la Unión Europea y que no pagara el coste de la salida de Gran Bretaña del club.

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