Opinión

Boris Johnson gana, la UE pierde

El nuevo líder del Partido Conservador, Boris Johnson, es a partir de hoy el inquilino del 10 de Downing Street, el "premier" británico, y en Bruselas han sonado todas las alarmas de alerta. Un Brexit sin acuerdo el próximo 31 de octubre con todas sus mala consecuencias está más cerca. Cabe la posibilidad que el exalcalde de Londres recapacite pero no hay buenas sensaciones y el drama político, el incremento de la tensión con Irlanda y la posibilidad de que Escocia plantee la celebración de un nuevo referéndum de secesión del Reino Unido con todas sus consecuencias, está cada vez más cerca.

Boris johnson ha llegado al liderazgo del partido "tory" tras dejar atrás a otros nueve candidatos de todos los pelajes, entre los cuáles se encontraban varios partidarios de que se aprobará el acuerdo firmado por la dimisionaria Theresa May con Bruselas, y precisamente con un mensaje de dureza hacia las instituciones europeas que esperan al nuevo "premier" para saber de primera manos us intenciones. Pero se temen lo peor.

El nuevo inquilino de la casa del primer ministro británico obtuvo 92.153 votos frente a los 46.656 de Jeremy Hunt, el ministro de Extreriores que ha llegado a la última votación, con una participación de los afilados "tories" del 87,4 %. Nada que objetar desde el punto de vista democrático, pero menos de cien mil británicos van a hacer más difícil conseguir que la primera gran crisis de la Unión Europea se pueda resolver. Pero hay quien cuestiona que estos votantes condicionen a todos los británicos en una cuestión tan delicada.

He aquí una de las primeras consecuencias gravísimas del triunfo de las posiciones populistas basadas en las "fake news" y en las exageraciones destinadas a mover las tripas de los nacionalistas británicos en contra de una mayoría que comprobará dentro de poco el error de la convocatoria del referéndum de salida de la UE -gracias David Cameron-,y que de celebrarse una segunda consulta quizá arrojará resultados distintos -gracias Jeremy Corbin por su tardía rectificación-.

Varios de los ministros y altos cargos del gobierno de Theresa May, que presentó su dimisión el pasado mes de junio al no ver aprobado por el parlamento de Westminster su plan acordado con Bruselas -agradecimiento por los servicios prestados, dijo Johnson- han dimitido tras conocer la victoria del exalcalde de Londres, bendecido por Donald Trump. Se han ido cinco minutos antes de que los echarán. Dejan vía libre para el "todo o nada" que ha preconizado Boris Johnson durante la campaña de elección en el partido "tory". El 31 de octubre se resuelve el culebrón de Brexit con acuerdo o sin acuerdo, que es lo más probable.

Las consecuencias de un Brexit sin acuerdo son imprevisibles en todos los sentidos. Sobre todo en las cuestiones internas. No solo por el problema fronterizo y su derivada para el proceso de paz entre las dos Irlandas, sino también para Escocia donde los nacionalistas que gobiernan esa nación preparan un segundo referéndum de independencia y que, como mal menor, quieren que se produzca una salida de la UE con un acuerdo que deje las cosas claras.

Porque si hay una certeza en Bruselas, tanto en el anterior Ejecutivo comunitario como en el equipo de la nueva presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen, es que el acuerdo de retirada pactado entre Theresa May y el equipo negociador de la CE encabezado por Michel Barnier es inamovible. Pero todos son conscientes que un Brexit sin acuerdo será un drama inconmensurable.

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