Opinión

Brexit: se agota el tiempo

Tres horas estuvieron Ursula von der Leyen y Boris Johnson al teléfono sin conseguir avanzar en las negociaciones sobre el Brexit. 

La presidenta de la Comisión Europea y el primer ministro británico se verán en los próximos días, presencialmente  y en Bruselas, pero el pesimismo se ha adueñado de todos: no han servido de nada las negociaciones sin descanso que han mantenido estos días últimos  Michel Barnier y David Frost,  y las largas horas en torno a la mesa, con llamadas a sus superiores y  asesores intercambiando papeles. Las sesiones  han sido agotadoras … pero sin resultado.  

El 1 de enero el Brexit será efectivo, el Reino Unido dejará de ser miembro de la Unión Europea y quedan escollos importantes que salvar, tres de ellos escritos por Barnier y Frost en el documento en el que daban cuenta de sus reuniones: pesca, igualdad y gobernanza. Pesca con la que regular las cuotas así como la presencia de flotas europeas en aguas jurisdiccionales británicas, e igualdad y gobernanza que pongan negro sobre blanco las cuestiones comerciales de manera que si los productos británicos llegan al mercado europeo, los de la UE deben llegar al mercado británicos en igual de condiciones, además de igualdad también en ayudas y subvenciones de los Estados y  normas sobre empleo  y defensa y preservación del medio ambiente.

Tanto en Londres como en Bruselas –que este jueves celebra su último Consejo Europeo del año- crece el escepticismo. Siempre se pensó que los acuerdos llegarían  en el último minuto, pero las posiciones están todavía muy alejadas entre sí cuando faltan apenas dos semanas para que finalice el plazo.  En Bruselas esperan que Boris Jonhson ceda porque tiene más que perder que la UE si el Reino Unido inicia su Brexit sin haber cerrado los acuerdos necesarios para que los británicos no se encuentren en una situación caótica. Por otra parte crece el rechazo en Irlanda del Norte y Escocia a un Brexit que consideran nocivo para sus territorios tal como lo está negociando el gobierno. Johnson además se encuentra con un sector del Partido Conservador muy incómodo por la forma en que está abordando el problema.

Ursula von der Leyen negociará con Johnson desde una posición más fuerte que su adversario, pero ella no tiene la última palabra, sino los parlamentos de los países miembros y el Parlamento Europeo.

El Brexit es el principal quebradero de cabeza de la UE, y del Reino Unido, desde la celebración del referéndum. Pero si no hay acuerdo final, ese quebradero de cabeza se puede convertir en una pesadilla para todos, pero aún más para el premier británico.

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