Opinión

Erdogan islamiza Santa Sofía

Patrimonio de la Humanidad, el monumento más visitado de Turquía, símbolo del cristianismo ortodoxo y de la religión musulmana, Erdogan ha dado un paso más en la islamización de su país al decretar que Santa Sofía se convierta en mezquita. Lo ha hecho en un discurso en el que ha reivindicado la decisión como prueba del “renacimiento islámico” que debe abarcar desde Bujarán (importantes mezquitas en Uzbekistán) hasta Al Andalus. Curiosamente, Al Andalus no aparecía en la traducción al inglés y turco del discurso del presidente turco, solo en la versión árabe.

El papa ha expresado su dolor por la decisión respecto a Santa Sofía, y se han manifestado en los mismos términos los patriarcas ortodoxos de Moscú y Constantinopla. Santa Sofía es un referente religioso con sucesivas advocaciones a lo largo de la historia. Ortodoxo en su fundación durante el imperio bizantino, mezquita durante el imperio otomano y museo a partir de 1934, cuando el fundador del Estado turco, Ataturk, decidió que el monumento más importante de la nueva Turquía, aconfesional, no podía ser un templo religioso, sino un museo en el que se respetara la historia, el arte, la cultura y la iconografía del cristianismo y del islamismo.

La reacción de la propia población turca no ha sido tan fiel a la conversión de Santa Sofía en mezquita, aunque el Gobierno ha asegurado que mantendrá su carácter turístico (que supone importantes ingresos). Un porcentaje alto de turcos no asumen de buen grado la islamización de su país, lo que ha provocado numerosas y multitudinarias manifestaciones contra Erdogan, sobre todo cuando ordenó la demolición de edificios y monumentos erigidos por Ataturk, el padre de la patria. La respuesta de Erdogan fue el encarcelamiento de miles de turcos acusados de participar en un intento de golpe de Estado, y desde entonces Erdogan preside el país con mano férrea y modos dictatoriales.

Gana elecciones y, por tanto, ni le afectan las manifestaciones, ni las acusaciones de represión brutal, ni las acusaciones de que no respetas las reglas de la democracia. Impone su criterio, como ha hecho son Santa Sofía.

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