Opinión

Exceso de fiestas en el Reino Unido

El informe de Sue Gray, miembro del gabinete de Boris Johnson, sobre las fiestas celebradas en Downing Street dudante el confinamiento por la pandemia, es demoledor. Borracheras, vómitos, peleas a gritos, personas que se quedaron a dormir por los suelos ante su estado de embriaguez… Hay además imágenes de los festejos, 16 en un año, y en algunas de ellas aparece Johnson con una copa en la mano. Lo que pone en entredicho su credibilidad, pues ante las primeras noticias de las polémicas fiestas, dijo que no tenía noticia de que se celebraran, también que eran reuniones de trabajo, y que si las hubo habrían sido organizadas por el personal más joven del gabinete.

En el informe de Sue Gray, hay un dato relevante: la mayoría de los funcionarios de menor nivel entrevistados por ella coinciden en que pensaban que se trataba de reuniones autorizadas, puesto que eran sus superiores los que les invitaban a sumarse, aparte de que esos superiores participaban en las fiestas. 

La situación para Jonhson se hace cada vez más difícil, y aunque ha asumido las responsabilidades porque es el inquilino del sector privado de Downing Street, donde se celebraron las fiestas, y ha pedido perdón, se afianza la idea de que ha mentido al Parlamento, pues negó primero que conociera esas celebraciones y después que hubiera asistido a ellas. Si mintió, estaría obligado a dimitir, pero pocos británicos creen que lo haga. Es más, hasta ahora niega que tenga intención de hacerlo. A pesar de que se había dado a entender que estaría obligado a hacerlo si era multado. Lo ha sido, junto a 125 asistentes más a esas reuniones ilegales.

 El premier tiene siete vidas, como los gatos, sabe moverse bien en las procelosas aguas de la política y cuenta con una carta a favor: el líder laborista, Keir Starmer, no acaba de despegar y además también tiene su propia fiesta ilegal, aunque en este caso no ha sido exactamente una fiesta sino una reunión: durante el confinamiento, cuando estaban prohibidas las reuniones no familiares en lugares cerrados, se fue a cenar con su equipo a un restaurante indio después de participar en la campaña electoral. No cenaron en una terraza, sino en un comedor interior.

Una suerte para Johnson. Su principal adversario también ha sido pillado en falta.

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