Opinión

Los dos gestos de Tsipras

Tsipras ha sido el vencedor indiscutible del referéndum griego, pero la incógnita ahora es saber si será capaz de alcanzar su objetivo: mantenerse en el euro, conseguir más fondos de la Unión Europea, y que la troika ceda en sus exigencias como contraprestación a un tercer rescate que para Grecia es indispensable si pretende mantener su sistema bancario y evitar la quiebra.

De momento, el primer ministro ha tenido dos gestos con los que intenta capitalizar a favor el resultado del referéndum: uno, proceder al relevo de Varoufakis, un ministro que se había enfrentado a sus colegas comunitarios y que hace un mes ya pasó a un segundo plano precisamente porque su sola presencia soliviantaba a los miembros del Eurogrupo. Dos, tras mantener una conversación con Merkel, Tsipras ha accedido a acudir a la “cumbre” de este martes con una propuesta con la que intentar tranquilizar a sus colegas. Una propuesta que, se supone, incluirá compromisos de pago de deuda y, sobre todo, recortes sustanciales del gasto público, que es lo que le exige la troika desde que accedió a la jefatura del gobierno. Y que hasta ahora Tsipras se ha negado a aceptar.

No lo tiene fácil. Tsipras ha ganado el referéndum con el argumento de que no se podía aceptar el chantaje de la troika, pero el que ha chantajeado ha sido él mismo al convocar un referéndum. Lo que exigía la troika era que cumpliera lo acordado, que pagara las deudas contraídas y que se aviniera a poner en marcha el plan de austeridad que permitiría conseguir los fondos necesarios para hacer frente a la deuda.

Qué ocurrirá en los próximos días es una incógnita, pero es evidente que si de la reunión de la cumbre sale el compromiso de ceder ante Tsipras, la UE habrá saltado por los aires, porque ya nadie se sentirá obligado a cumplir los acuerdos firmados. Pero si deciden que Grecia abandone el euro si se empeña en mantener su posición actual, la UE se verá muy debilitada. Cualquier solución es mala. Por no decir pésima.

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