Opinión

El jubileo de la reina

El Reino Unido es una fiesta. Se cumplen 70 años del reinado de Isabel II, la reina que ha superado todos los récords se permanencia en el trono, una mujer que concita entusiasmo generalizado.

Se le reconoce su saber estar, su sentido de la responsabilidad, su dedicación prioritaria a sus funciones de Jefe de Estado del Reino Unido y de los países de la Commonwealth y sobre todo se la admira por haber mantenido el equilibrio en los momentos más dramáticos de su historia. Antes de acceder al trono, cuando se convirtió en conductora de ambulancias durante la guerra mundial; después, por mantener la serenidad ante los muchos problemas familiares, algunos de ellos escandalosos como las infidelidades del príncipe Carlos y de la princesa de Gales, pasando por las infidelidades de su propio esposo. O la decisión de su nieto preferido, Henry, cuando después de casarse con una actriz que había sido muy bien recibida, Megan Markle, finalmente decidieron abandonar la Familia Real y asentarse en Estados Unidos. 

Ninguno de esos episodios sin embargo fue tan escabroso como el protagonizado por su hijo favorito, Andrés, acusado de violación de una menor. La reina le salvó del prisión pagando una considerable cantidad de dinero a la mujer con la que mantuvo relaciones sexuales.

 Precisamente por su aguante, por la serenidad con la que afrontó situaciones límite y su capacidad para mantener buenas relaciones institucionales con los diferentes primeros ministros – las más cercanas y de admiración mutua con Winston Churchill- y por la defensa a ultranza de los intereses de su país, Isabel II se ha convertido en una de las figuras más relevantes de la historia, con una proyección que va más allá de la Commonwealth.

Ha superado los 90 años pero se mantiene firme en el trono, aunque en los últimos tiempos se resiente su movilidad. Con la llegada del Jubileo, que convertirá el Reino Unido en una fiesta en estos próximos días, vuelve a primer plano el rumor sobre su posible abdicación. 

El príncipe de Gales tiene cada vez mayor protagonismo, ha superado con creces el rechazo popular que provocó su adulterio con Camila Parker Bowles cuando estaba casado con la princesa Diana, y el hecho de que la reina Isabel anunciara hace pocos meses que era su deseo que Camilla fuera tratada como reina el día que Carlos acceda el trono fue todo un gesto de apoyo a su hijo y a su esposa, y un reconocimiento público de que Camilla está perfectamente preparada para asumir las funciones de representación de la Corona.

El Reino Unido es una fiesta, cuatro días de celebraciones en honor de una reina muy querida y sobre todo admirada. Una celebración que podría augurar su retirada con al castillo de Windsor y dar paso al reinado de su hijo Carlos.

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