El presidente francés ha presentado a bombo y platillo su Plan Francia 2030, que oficialmente tiene como objetivo la recuperación tras la grave crisis provocada por la pandemia y que Francia vuelva a ser un país de referencia mundial como en los tiempos posteriores a la Segunda Guerra Mundial, orgulloso de su historia, su gente, y sus avances políticos sociales. Extraoficialmente, todo el mundo ha relacionado la fecha de presentación del plan con el calendario: en abril se celebra la primera vuelta de las presidenciales.
Macron sale como claro favorito, pero no puede cruzarse de brazos. La izquierda se encuentra muy dividida, la alcaldesa de París, Anne Hidalgo, que aparecía como la nueva y gran figura aspirante a la Jefatura del Estado, no acaba de despegar en las encuestas, donde no llega siquiera al 10 por ciento de los votos y, lo más importante, en la extrema derecha ha aparecido un serio rival para Marine Le Pen, que nunca ha podido ganar en la segunda vuelta a pesar de los buenos resultados obtenidos en la primera, por los acuerdos entre los partidos de centro e izquierda para bloquear el paso al Elíseo de la política de la derecha más radical. Ahora sin embargo ese voto derechista aparece también dividido, con la aparición en escena del periodista y escritor Eric Zemmour, brillante articulista y que destaca en el debate político. A Zemmour se le ve hoy como el político que puede acabar con la carrera de Le Pen.
El Plan 2030 de Macron está inteligentemente diseñado. Recoge los logros de una Francia que empieza a superar las consecuencias nocivas de la pandemia, crea más empleo y evidencia importantes signos de recuperación económica. Macron lo ha presentado como una vuelta al orgullo de ser francés. Incluso defendiendo la energía nuclear, tan polémica, pero que en estos tiempos de alza exagerada del precio energético aparece como una alternativa que permitirá a Francia su propio abastecimiento al margen de las decisiones de la UE y de las empresas . Macron invertirá 30 mil millones de euros en el Plan 2030 y ha insistido además en las capacidades de su país como “una nación innovadora en el campo industrial, médico y agrícola”.
Faltan seis meses para las presidenciales, pero para François Macron es urgente empezar cuanto antes la campaña. A través de ella espera también potenciar su además potenciará su figura, que pretende convertir en la más relevante de la UE tras la retirada de Angela Merkel.
