Opinión

Perú: golpe de mano del presidente

Pedro Castillo se ha hartado de que le consideraran una marioneta de Vladimir Cerrón, el líder de Perú Libre, el partido que le convirtió en presidente, y hartado de que desde el partido marxista leninista le tomaran por un cero a la izquierda, teniendo como único referente de la gobernabilidad al primer ministro Guido Bellido, brazo derecho de Cerrón. Castillo, el maestro rural ajeno al mundo político, al que Cerrón y Bellido señalaron como candidato a la presidencia frente a la conservadora Keiko Fujimori, y al que lograron convertir en presidente, finalmente ha dado el golpe de mano que esperaban la mayoría de los peruanos. Después de tres meses de gobierno, ha obligado a Bellido a dimitir, ha nombrado primera ministra a una conocida abogada experta en la defensa de los Derechos Humanos, Mirtha Vásquez, y ha expulsado a seis ministro de Perú Libre.

En estos tres meses, Castillo ha sufrido un deterioro creciente de su imagen por su dependencia del dúo Cerrón- Bellido, pero su decisión es de alto riesgo: imprescindible para ganar credibilidad, tanto personal como la de Perú, de donde estaba huyendo la inversión, pero también peligrosa porque el presidente no cuenta con un partido que le respalde sino que es presidente gracias a Perú Libre y Vladimir Cerrón, y tendrá que hacer juegos malabares para mantenerse al frente de la jefatura del Estado. Pretende rodearse de figuras con experiencia de gestión, sobre todo en el campo económico, y recuperar la estabilidad que Perú ha vivido los últimos años después de décadas de corrupción y desvarío político.

Por otra parte Castillo es consciente de que el resultado electoral fue muy igualado con el de Keiko Fujimori, y para que dejara de ser una rival inquietante estaba obligado a dar un giro a su gobierno, radical de izquierdas, marxista y populista, que era lo que le imponía Cerrón. Su única posibilidad de supervivencia es insistir en la moderación.

La clave está en saber si Cerrón le va a dejar gobernar y la idea generalizada es que lo va a permitir porque Cerrón sabe que cualquier maniobra para desalojar a Castillo del poder podría ser letal para Perú Libre porque daría la oportunidad a los partidos conservadores, incluido el de Fujimori, de desalojar a Perú Libre de los centros de poder.

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