Opinión

Trump pierde su primera batalla contra Pelosi

Nancy Pelosi se ha convertido, un apenas dos meses, en la principal rival de Trump, que ha provocado la primera gran derrota del “reinado” del presidente americano. Y encima es mujer, lo que ha debido humillar más al machista presidente americano. 

De edad madura, Nancy Pelosi ya fue presidenta de la Cámara de Representantes hace unos años, y ha sido reelegida para el cargo tras las elecciones del mid term que convirtieron la mayoría republicana en demócrata. Hubo voces que expresaron reticencias por su edad, Pelosi es ya abuela, pero al final impusieron su criterio los que valoraron su experiencia y la firmeza de su carácter. No se equivocaron: ha conseguido que Trump haya tenido que aceptar la financiación de la Administración de su país, paralizada desde hacía varias semanas y que dejaba sin sueldo a 800 mil funcionarios. Lo ha hecho el presidente sin que la mayoría demócrata del Congreso haya “soltado” un solo dólar para el muro de Trump, que se ha convertido en el principal objetivo del presidente… y que ha salido escaldado del envite a Nancy Pelosi.

Trump, que nunca ha asumido que puede perder una apuesta o no cumplir un objetivo, convocó a los periodistas en la Rosaleda de la Casa Blanca para decirles que se sentía “muy orgulloso” de haber alcanzado un acuerdo, anuncio que fue acompañado por los aplausos de la gente de su gabinete, que le hicieron de “palmeros” ante unos corresponsales en la Casa Blanca que sabían perfectamente que el presidente había perdido la batalla. Ha levantado el bloqueo de la Administración hasta el 15 de febrero para abrir así más plazo para la negociación. Pero es evidente que Trump se ha visto obligado a ese levantamiento del bloqueo por la posición intransigente de Pelosi, posición que había provocado la paralización de un sector de la Administración con graves consecuencias personales y para la imagen del país, entre ellas graves problemas en el sector de la aviación comercial , la gota que hizo ver a Trump que el bloqueo entraba en un terreno peligroso. Por otra parte, en las filas republicanas empezaban a advertirse deserciones respecto a la necesidad de financiar el polémico muro.

Habrá que estar atentos a qué ocurre de aquí al 15 de febrero. Trump no perdona que le echen abajo un proyecto y mucho menos sufrir una humillación. La guerra contra Pelosi va a ser sin cuartel: para Trump es vital un acuerdo en el que él salga vencedor. Y para Pelosi, que Trump no construya el muro con financiación del Estado.

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