Lo intentó Coluche en Francia, quiso ser presidente pero lo único que consiguió fue más publicidad. Mejor suerte tuvo otro humorista bufón, el italiano Beppe Grillo, que creo el Movimiento 5 Estrellas que logró la alcaldía de Roma y formar parte de un gobierno de coalición. Lo peor que les pudo pasar, porque cuando ocuparon cargos importantes se vio la fragilidad de sus propuestas y su escasa capacidad de gestión. Hoy el M5E se encuentra en total decadencia y Grillo hace tiempo que abandonó la primera línea política.
Ha aparecido en escena el rapero y predicador Kanye West, marido de Kim Kardashian, dos de los personajes más mediáticos de Estados Unidos y muy conocidos en el resto del mundo. West ha presentado su candidatura a la presidencia de Estados Unidos con nula posibilidad de llegar a la Casa Blanca porque el juego está entre Trump y Biden pero sobre todo porque el pueblo americano, aunque fue capaz de votar mayoritariamente a un personaje tan polémico como Trump, no apoyaría a un Kanye West que ha hecho de su vida un espectáculo y que en su primer mitin apareció vestido con un chaleco antibalas, dijo que disparar armas era “divertido”, confesó que su mujer quiso abortar -lo que ha provocado la indignación de las Kardashian-, prometió que si era presidente donaría un millón de euros a cada mujer que renunciara a abortar y defendió la legalización de la marihuana. Su mujer ha sugerido que le ingresen en un psiquiátrico, y él ha respondido que la ingresen a ella. Todo muy propio del círculo en el que se mueven, y del que nunca debió salir el rapero para optar a la presidencia de Estados Unidos.
La iniciativa de West es prueba de la falta de respeto que provoca en estos tiempos la clase política. Faltan grandes figuras que conviertan el ejercicio de la política en una profesión admirada, por no decir admirable, y sobran advenedizos. Es la razón de que cualquier personaje público que quiera publicidad decida adentrarse en el mundo de la política aunque no sea más que para tener su minuto de gloria. Aunque ese minuto signifique dar a conocer su peor cara. Como ha ocurrido con Kanye West.
