Opinión

De la concentración a la reconstrucción

Pedro Sánchez ha convocado a partidos políticos, presidentes de comunidades autónomas y agentes sociales a la “reedición de los Pactos de La Moncloa del año 77”. Con una apelación constante a la “unidad y lealtad” y evitando cualquier autocrítica, reclamó en el Congreso “un gran acuerdo para la reconstrucción económica y social en el que participaran todos los actores dispuestos a arrimar el hombro” para franquear la fase más aguda de la crisis sanitaria además de la que no ha hecho más que empezar, la económica. 

Por lo tanto, tal como era previsible, se aleja del horizonte político la formación de un gobierno de concentración nacional que algunos reclamaban. No veremos la dimisión en bloque de la actual coalición y su sustitución por el “gobierno de emergencia nacional” que propone Vox y que integraría junto con PSOE y PP. En su lugar, parece que todo apunta a una solución mucho más “light”, con serias dudas de su eficiencia dado el tono con el que transcurrió el debate del pasado jueves del Congreso, en el que las principales fuerzas de la oposición mostraron su rechazo a la convocatoria.
Una cosa o la otra, concentración o reconstrucción, con más o menos respaldo, con mayor o menor intensidad permitirían, en el plano de lo político, la imprescindible unidad de acción para hacer frente a las desdichas a las que la nación va a tener que enfrentarse. Evitar los reproches que trasladan a la ciudadanía tan pobre impresión de nuestros representantes y aunar las fuerzas de las administraciones a todos los niveles contribuiría, también, a fortalecer nuestro discurso ante la Unión Europea. Lo que no sería nada reconfortante es que Sánchez se limitara a conseguir el necesario “plácet” para luego hacer de su gestión lo que le venga en gana, “mutualizando” los fracasos al 50%.
En todo caso, el alcance real del llamado acuerdo de reconstrucción es una incógnita. A saber si se llegarían a implementar alguna de las siguientes medidas que pululan por la esfera mediática: 
Pasó de los veintidós ministerios actuales a tan solo cinco (Sanidad, Economía, Justicia, Defensa e Interior), dirigidos por expertos y profesionales despolitizados/ Propuesta y aprobación urgente de un presupuesto de emergencia/ Plan de emergencia para la producción nacional de material sanitario/ Realización de test masivos para confinar y monitorizar a los contagiados y des confinar a los no contagiados / Reducción del sueldo de los funcionarios y empleados públicos según su escala salarial, eliminando toda tasa de reposición, con exclusión del personal sanitario/ Aplicación de ERTE a funcionarios, asesores y cargos cuyo trabajo se suspenda o haya sido paralizado/ Suspensión de las transferencias a la cooperación al desarrollo/ Exención fiscal del rescate de planes de pensiones y plusvalías de cualquier figura de relacionada con el ahorro/ Paralización inmediata de todas las subvenciones públicas/ Suspensión de la cuota de autónomos/ Reducción del IVA al consumo y eliminación de los impuestos políticos a todos los combustibles y suministros/ Aplazamiento de cuotas trimestrales de IRPF, IVA y Sociedades a Pymes y autónomos/ …

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