Opinión

¿Nos importa todo un comino?

El ruido que ha ocasionado la decisión del presidente en funciones de alcanzar la gobernabilidad con el beneplácito de quienes (y esto es una verdad objetiva, irrefutable) se declaran abiertamente anti españoles y de aquellos que ahora intentan alcanzar los objetivos que no fueron capaces de alcanzar mediante la violencia y el terrorismo, ha sido atronador. Desde el propio partido, las críticas han resultado estruendosas. 

Aunque Alfonso Guerra haya dicho que el acuerdo alcanzado con la formación liderada por Pablo Iglesias vaya a acabar en un “drama”, lo cierto es que, por mucho  que a algunos les inquiete, sería un acuerdo perfectamente legítimo y respetable, a pesar de su abierta inestabilidad, ya que se cimenta sobre el menor margen de apoyos de la historia de nuestra democracia. Lo que realmente ha escandalizado al resto de votantes, partidos y militantes del propio PSOE han sido los encubiertos manejos que han otorgado las abstenciones de formaciones tan enfrentadas con las instituciones españoles como las formaciones de BILDU y ERC, reflejados claramente por la laxitud con la que la presidenta del Congreso ha permitido las manifestaciones de la portavoz de la primera cuando manifestó “que la gobernabilidad de España me importa un comino” o de la segunda cuando arremetió fuertemente contra las instituciones españolas, entre aplausos de la bancada socialista. Las críticas internas se han ultimado con la carta remitida por  el hijo de Fernando Mújica, socialista asesinado por ETA refiriéndose al acuerdo con “náusea infinita” y “profundo desprecio”.

En este contexto, alguien podría preguntarse si en el caso de que no se hubiera conseguido acuerdo de investidura y fuéramos abocados a unas terceras elecciones, el PSOE habría logrado mantener sus resultados o, incluso, superarlos. La respuesta es que sí; al menos, yo estoy convencido de que su actitud no hubiera tenido reflejo en los resultados electorales. A pesar de todo, volverían a salir. ¿Esto es una muestra de que a los votantes socialistas también les importa un comino España? Pues probablemente no. Lo que sí resulta una clara muestra, es que seguimos tragando años tras año y generación tras generación, con una casta política que les importa un comino la regeneración política e institucional, que podría empezar por el planteamiento de un cambio en la ley electoral que ajuste a las formaciones políticas conforme a su efectivo peso en el conjunto de España, para seguir por la financiación de partidos, la despolitización de la justicia, el fin de privilegios a representantes públicos, la eliminación de oligopolios o el consenso educativo, … Algunos de estas propuestas eran enarboladas con ímpetu por la formación de Pablo Iglesias. Ahora le toca gobernar. Veremos si tiene el arrojo y valentía suficientes como para llevarlas a cabo, o acaso simplemente proponerlas, de la mano de Pedro Sánchez y de la vigilante presencia de quienes, con su abstención, le han permitido alcanzar su clímax político.

Te puede interesar