Opinión

TVE y la justicia seguirán politizadas

Pero si ya escribí sobre esto”…,  me decía a mí mismo a la vez que me revolvía la forma en la que, de nuevo, asistimos “in” (incrédulos, ingenuos, inocentes, incapaces, inactivos, …) al hastío que supone contemplar cómo los ocupantes del Congreso de los Diputados siguen tomándonos el pelo con infinito descaro. Por haberlo hecho antes, ¿tendría que abstenerme en recuperar los argumentos que en su día me sirvieron para denunciar un atropello y callarme cuando sus actores reinciden en sus propósitos? No lo creo, sobre todo cuando se trata de cuestiones que afectan a los pilares de nuestra democracia.

Para el macho dominante de Podemos, en España “es obvio que no hay plena normalidad democrática” porque los políticos del “procés” están en la cárcel. Sin embargo no dice ni pío cuando de okupar las instituciones se trata, cosa que para él debe ser una cosa muy normal y muy democrático. Mientras nos apesebrean y nos atontan con gilipolleces, van a convertir, de nuevo,  al Consejo General del Poder Judicial en una réplica del parlamento político. ¿Qué les queda más por hacer a sus aforadas señorías para intentar a toda costa nombrar a los jueces que pueden llegar a juzgarlos? ¿Se puede alcanzar mayor impunidad? ¿Se puede tener más caradura? ¡Sí! Que nos se les reprochen sus tropelías controlando también los medios de comunicación estatales. 

Gobierno PSOE-Podemos y PP negocian el asalto del máximo órgano del poder judicial. Eufemísticamente es una “renovación” pero, en la práctica, es un auténtico asalto al organismo que nombra a los presidentes del Tribunal Supremo y de las salas correspondientes, a miembros del Tribunal Constitucional y a los presidentes de los tribunales superiores de Justicia de las CCAA; casi nada. Todo una muestra del esfuerzo con el que se ambiciona alcanzar la plena división efectiva de poderes, una de las bases más importantes sobre las que se debe asentarse un Estado liberal moderno. El poder Judicial no es más que un poder más del Estado y, por tanto, susceptible de utilizarse para recortar nuestras libertades. Si encima, no es independiente, hay que buscar otro término para sustituir lo de “susceptible”. 

Todo tendría un sentido si en las próximas elecciones se castigara con la exclusión de la actividad política a quienes hubieran propiciado este despropósito democrático pero, increíblemente, esto no pasa. Y si nada pasa con esto, ¿qué va a pasar con la toma política y del control de RTVE? Pues absolutamente nada. Ellos a lo suyo y nosotros también; a lo suyo. La Justicia y TVE seguirán politizadas y nosotros idiotizados.

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