Me he decidido a escribir este artículo porque observo que hay muy poco conocimiento real acerca de cuáles son las actividades extracurriculares aptas para niños y niñas de todas las edades en España y a las que ningún padre pondría objeciones, ni siquiera uno de Hazte Oir, aunque ya sabemos que los de Hazte Oir son sordos. Como además yo no tengo hijos estoy más que autorizado para hablar de esto, porque soy mucho mas objetivo. Ahí va.
Calceta, ganchillo, tocar la armónica, la pandereta, el violín o el birimbao también llamado "arpa de boca" que yo toqué de chaval al tiempo que intentaba sin éxito aprender a tocar el ukelele; andar en bicicleta; fútbol (eso sí, atención con el fútbol, cuidado en los vestuarios al ducharse ¿eh?, que os estoy vigilando); manualidades con maderas, cartulinas, pegamento, celo y nada más, que ya sabemos a donde van las manualidades después, al loro chavales, ¡las manitas por fuera de la colcha!; juegos de pelota con perdón, tipo balonmano ¡uuuy, qué peligro! vamos mal, o basquet, béisbol y demás, excluyendo el voleybol en la playa en bikini.
Sigo. Otros deportes cualesquiera siempre que no sean patinaje artístico, saltos de trampolín o palanca, natación y gimnasia rítmica o deportiva que son disciplinas especialmente proclives a fomentar el morbo de los pederastas, aunque esos tipos solo vean esos deportes por televisión. El atletismo tampoco es recomendable porque hay chicos y chicas demasiado sexys y ceñidos; es preferible el hockey sobre hielo, un deporte en el que los jugadores llevan unas camisetas y pantalones superholgados y se dan unos a otros unas leches de campeonato.
Más. Los crucigramas, acertijos tipo Ocón de Oro, sopas de letras, jeroglíficos de periódico y juegos de mesa como Monopoly, Cluedo, Risk, Trivial, e incluso algunos modernos tipo Splendor, Sushi-Go o Colonos de Catán son adecuados; el ajedrez y las damas chinas también valen. Cocina (la cocina está bien, es muy educativa), manden al niño a Master Chef Junior que lo pasará genial y no hay peligro de que el chaval confunda la elaboración de un postre complejísimo al que Jordi Cruz le pondrá una sonrisa estupenda con la mano debajo de la cuchara, con un enamoramiento de aquella niña concursante que andaba por allí y era natural de Las Navas del Marqués.
Formación del Espíritu Nacional (FEN). Esta es la actividad extracurricular por excelencia y la que quieren recuperar los de Hazte Oir y sus colegas de Vox. La llamo extracurricular pero cuando me la impartieron a mi se llamaba María. Había tres Marías: la gimnasia, los trabajos manuales y la FEN. Las llamábamos Marías porque eran una estupidez y te las aprobaban sin hacer nada. Aunque fueras incapaz de saltar un plinto te aprobaban la gimnasia. Aunque fueras incapaz de pegar dos palitos con cola te aprobaban las manualidades. Y aunque fueras incapaz de recordar la letra del Cara al Sol te aprobaban la FEN.
Pues eso.
