Opinión

El ausente

Un sobrino segundo de José Antonio Primo de Rivera, Álvaro Sáenz de Heredia, está preparando un musical sobre su tío que se estrenará el año que viene en Madrid. Se titulará "La Princesa Roja".

Si algo no se le puede negar a Álvaro es su sentido de la oportunidad. Rescatar a José Antonio es justo lo que nos hace falta aquí. Que vuelva la Falange, sí señor. Ya es hora de reponer las inscripciones de "Caídos por Dios y por España" por todas partes. Claro que si volviera José Antonio a algunos nostálgicos no les iba a gustar mucho, creo.

José Antonio es un personaje bastante seductor y no muy conocido. Joven, idealista, atractivo, empezó cargado de buenas intenciones y acabó pasando por el paredón a todo el mundo. Lo de siempre. Nada nuevo. Murió fusilado por los rojos, pero igualmente lo podían haber fusilado los nacionales si lo hubieran pillado en otro momento. Disgustaba a todos. 

Dado que Álvaro Sáenz de Heredia se ha ganado la vida decentemente haciendo películas para Martes y Trece o Chiquito de la Calzada nos podemos esperar cualquier cosa de su originalísimo musical. Y ya que la vida y muerte de José Antonio están indisolublemente unidas a la caída de la segunda república tal vez el musical sea un anuncio de que estamos a las puertas de la tercera.

Yo creo que este revisionismo histórico en plan Broadway está muy bien. Es desmitificador. Deberíamos hacer más musicales así obre otros personajes como Franco, Hitler y tipos parecidos. Como lo hicieron en el cine Chaplin con "El Gran Dictador" por ejemplo, o Lubitsch con "To be or not to be". Tal vez ayude a este musical el hecho de que la Falange se fundó en 1933 precisamente en el Teatro de la Comedia de Madrid.

A partir del inicio de la guerra, en el 36 y estando preso en la cárcel de Alicante, José Antonio fue cambiando de ideas. Tras haber reivindicado la violencia con fervor en sus primeros años (era muy mussoliniano) pasó a condenarla y a pedir una reconciliación nacional. En uno de sus últimos textos exigía el acatamiento a la legalidad de la República y es famosa su frase antes de ser fusilado: "Ojalá que la mía sea la última sangre española derramada en una guerra civil". Lamentablemente fue la primera. Los nacionales se lo apropiaron como una víctima, pero lo cierto es que él ya estaba muy alejado de Franco desde hacía tiempo. Después el franquismo lo apodó "El Ausente", y se dedicó a grabar "José Antonio ¡Presente!" en todas las puertas de las iglesias de España.

José Antonio fue fascista, prodictador, antiparlamentario y ultracatólico, pero algunas frases suyas podríamos suscribirlas hoy sin sentir vergüenza. Como esta: "La derecha está en el Parlamento como un niño con un juguete nuevo. Se cree en posesión de los derechos de España. Pero fuera hay otra España, una que desprecia ese juguete."

¡Vaya! Habrá que ver el musical.

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