Un grupo de exmilitares retirados ha escrito una carta a Felipe VI como quien escribe una carta a los Reyes Magos. Pidiendo una bicicleta, cuando esos niños saben que en casa no hay pasta para bicicletas y que con suerte los reyes les traerán un pijama y dos pares de calcetines para que vayan tirando. El rey que en este caso no es ni Melchor, ni Gaspar, ni Baltasar, no les ha contestado.
A estas alturas resulta sorprendente que en la trastienda del armario militar español todavía sobrevivan tantos militares franquistas irredentos (esos no salen del armario ni que los maten), soñando con una imaginaria España una, grande y libre. Bueno, lo de "libre" podemos dejarlo porque en realidad no entra en sus previsiones. Por suerte la mayoría están más que jubilados y ya no son nada.
Cuando yo hice la mili en los ochenta en mi cuartel solo había un oficial, un teniente jovencito, que era un facha franquista hasta la médula. Supongo que era de Fuerza Nueva. ¡Vaya tontería que acabo de decir!, no lo supongo, estoy seguro. El resto de los oficiales que eran también de academia y muy jóvenes eran chicos normales y modernos, que concebían el ejército ya entonces como un trabajo y un servicio público, y no como un medio para conseguir ningún fin o propósito ideológico.
Pero estos señores, trastos antiguos y destartalados que aun se esconden en garajes polvorientos por todo el territorio nacional, decidieron escribirle una carta al rey Felipe VI, ya digo que como quien le escribe una carta a los Reyes Magos de Oriente. A ver si les traen un regalo bonito como un tren eléctrico de vía estrecha por ejemplo, con el que puedan jugar el seis de enero en la alfombra del salón de casa. Y es que son como niños.
En dicha carta le dicen al monarca entre otras cosas curiosas que "vivimos un momento difícil en el que está en peligro la unidad nacional". Una frase que revela el profundo conocimiento de la historia de España que tienen esos señores, ya que la podía haber dicho tranquilamente Isabel la Católica y no nos hubiera extrañado.
En esa preciosa misiva escrita con lápices Alpino de colores llaman al gobierno actual social-comunista. Un hallazgo, ya que ellos nunca le hubieran llamado al franquismo que era el gobierno que les gustaba, social-franquista, social-fascista o social-dictatorial, obviando que Franco llegó al poder en el que se instauró dando un golpe de estado contra un gobierno legítimo y tras desatar una cruenta guerra civil.
Hay algo infantil en esa carta. Y no es extraño ya que los exmilitares que la firman la mayoría pasan de los ochenta. Cuando nos hacemos viejos... nos volvemos niños.
Yo también le estoy escribiendo una carta al rey. Pero al emérito, y lo que le pido es solo que abra una cuenta en Suiza a mi nombre. No es mucho pedir, creo. Me porté bien este año.
