Opinión

Coolest monkey in the jungle

La compañía sueca de ropa H&M ha tenido que retirar una campaña publicitaria, y pedir las correspondientes disculpas, por una foto en la que aparecía un chavalito negro, un crío de más o menos doce años, con una sudadera con un eslogan en el frontal que decía "Coolest monkey in the jungle" o lo que viene a ser lo mismo "El mono más moderno de la jungla". 

Incluso la Fundación Intenacional de Derechos Humanos la ha criticado. H&M ya ha retirado la campaña y también la sudadera del mercado. Lógico. Hace falta ser animal no solo para que se te ocurra algo así, sino para que algo así en una gran compañía pase por semejante cantidad de personas que no son necesariamente controles pero de algún modo sí, y que nadie se de cuenta de la metedura de pata. Claro que aquí también tuvimos durante muchos años "el negro de Bañolas" expuesto al público en el Museo Darder de Gerona, ahora Girona con perdón, y a nadie le importaba. Así que no nos pongamos chulos solo porque las redes sociales cuenten algo curioso o especial.

Ese tipo de meteduras de pata siempre me han llamado la atención. Como he trabajado como publicitario o director creativo muchos años nunca han dejado de sorprenderme esas cosas. Recuerdo bien un catálogo de moda de Galerías Preciados que hice en los 90 en Madrid, por cierto premiado aquel año en Chicago como el mejor catálogo del mundo de grandes almacenes, en el que a pesar de la increíble cantidad de profesionales que lo diseñamos, vimos, trabajamos en él y aun habiendo pasado por tantas manos y ojos de fotógrafos, productores, creativos, peluqueros, estilistas, jefes de marketing, etc., inexplicablemente nadie vio un detalle absurdo en una foto en la que la mano de un modelo era un trágico y repulsivo muñón que era imposible no ver. Lo vimos cuando ya estaba impreso. Esas cosas siempre ocurren. A todo el mundo se le cuela algo. Y a muchos se les cuela lo mismo. Que nos lo digan a los que hemos vivido cosas así. Recuerdo también una revista en la que trabajé una época cuya tirada tuvo que ser destruida completamente y volver a reimprimirse por culpa de una única letra en un texto diminuto, casi invisible, de un tamaño de seis puntos. Seguramente nadie iba a leerlo ni darse cuenta, pero por si alguien lo hubiera podido hacer no quedó más remedio que quemarlo todo y volver a empezar.

La imagen de la campaña de H&M ha sido abundantemente tachada de racista, pero no lo es. No es racista en absoluto. Solo es estúpida como el negro de Bañolas. Y en su caso, en el caso de H&M, solo es un error. Está bien que la retiren ya que es lo que deben hacer y solo un imbécil integral compraría esa sudadera, pero no nos confundamos, no es más que una tontería. Racismo es otra cosa.

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