Opinión

¡Que le corten la cabeza!

Lo de cortarle la cabeza al rey es un clásico. Que se lo pregunten si no a Luis XVI o a su señora María Antonieta, aunque a estas alturas va a resultar difícil hacerlo. 


El mes pasado algunos por estos lares se soliviantaron porque ciertos independentistas catalanes enarbolaron en las redes la misma matraca: ¡Que le corten la cabeza! Se referían a Felipe VI y supongo que doña Leticia iría igualmente incluida en el pack. Otra reina famosa, la de Corazones de Alicia en el País de las Maravillas también tenía esa manía, la de cortarle la cabeza a todo el mundo. Y Robespierre era un defensor tan apasionado de dicha práctica que hasta le cortaron la cabeza a él mismo. Ya digo, un clásico.


En los ochenta asistí a un espectáculo en la sala Kremlin de Vigo regentada entonces por su "Secretario Xeral" Bibiano Morón, en el que actuaron Siniestro Total y otros conocidos grupos musicales de la época. Aquello formaba parte de algo de lo que formaba parte yo también, ya que entonces yo era director creativo y de fotografía de la famosa e irrepetible revista "Galicia Moda" creada por el ourensano Luis Carballo y que supuso el lanzamiento internacional de la "Moda Gallega". El espectáculo era una presentación de otra revista nuestra, una cultural que se llamaba "Ith".


En aquella fiesta, porque era una fiesta se lo aseguro a ustedes, el dignísimo pero también irreverente Xosé Luis Méndez Ferrín, genial escritor y actualmente académico, subió al escenario y recitó un poema en el que acabó gritando encendido esta frase fabulosa: "¡Os borbones naceron pra ser guillotinados!" O algo así. No lo recuerdo bien seguramente a causa de la ingestión de diversas sustancias más o menos etílicas que no voy a precisar ahora. El caso es que todos en aquel Kremlin nocturno, nada soviético, sorprendente y mágico, saludamos las palabras finales del escritor con un aullido salvaje y una catarata de aplausos que a punto estuvo de derribar aquel precioso cine reconvertido en sala de fiestas o no se sabía qué: el Kremlin.


Cortarle la cabeza a alguien no está bien, en general quiero decir, pero tanto la Reina de Corazones, los exaltados independentistas catalanes, los revolucionarios de Varennes o el propio Méndez Ferrín suelen tener sus propias razones fundamentadas para querer hacerlo, nos parezcan correctas o no, depende del punto de vista.


Yo no quiero cortarle la cabeza al rey ni tampoco a su señora reina. No me siento un paisano de Varennes y si fuera un independentista recalcitrante no creo que eso me pareciera una solución, ni que fuera a conseguir nada dejando descabezado al rey de España. Pero sí creo que las cabezas de unos cuantos políticos a los que votamos habría que, si no cortarlas, al menos ponerlas a buen recaudo durante un tiempo congelándolas aunque en realidad ya están congeladas. ¡Os borbones naceron pra ser guillotinados! ¡Uau, qué grande era (y sigue siendo) Ferrín!

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