Opinión

El Brexit

Hace poco David Casarejos, presidente del Consejo de Residentes Españoles en el norte del Reino Unido, publicó un interesantísimo artículo, e incluso divertido, en el Huffington Post en el que explicaba qué le va a pasar a los británicos con la salida de la UE. Y cómo los que votaron a favor del brexit empiezan a darse cuenta. Merece la pena leerlo, es corto, agudo, y muy instructivo.

Por ejemplo explica Casarejos que al entrar por avión en cualquier país de la UE los británicos ya no podrán hacerlo por la cola para ciudadanos europeos, sino que tendrán que hacerlo por la cola de terceros países, lo que les llevará una hora más de espera en cualquier aeropuerto. A los jubilados ingleses que tienen una casa aquí o vienen a pasar unos días en la costa en un apartamento no les va a gustar. O que no podrán conducir un coche en Europa con su carnet de conducir británico, sino que si quieren hacerlo tendrán que sacarse el carnet internacional. Otra tontería: el Reino Unido quedará automáticamente excluido de las bases de datos de delincuentes que comparten las policías de todos los países de Europa, o sea ya digo que una tontería de nada. Y otra más por último: se acabaron los Erasmus, muchachos.

Los que viajamos de chavales por Europa antes de la existencia de la UE y también después sabemos cuál es la diferencia. Yo hice un largo viaje de interrail por toda Europa a mis diecinueve años, y al año siguiente otro a Londres. En este último como en aquella época yo tenía una pinta de hippie irredento, tras pasar la cola de terceros países me retuvieron en el aeropuerto de Heathrow y estuvieron interrogándome, al final con traductor incluido, y registrándome durante ¡seis horas! Y cuando digo "registrándome" quiero decir registrándome hasta en los lugares más recónditos de mi anatomía (no quiero hacer de este artículo uno de tema escatológico, ustedes ya me entienden). He de decir también que cuando por fin los funcionarios de aduanas y los policías se convencieron de que yo no llevaba drogas, ni era un tipo peligroso, ni pensaba quedarme allí de okupa, se disculparon todo lo posible y dos, amabilísimos, me acompañaron en tren hasta Victoria Station y me ayudaron a encontrar un "Bed and Breakfast" donde pasar aquella noche ya que después de aquellas seis horas retenido en Heathrow terriblemente angustiosas para un chico como yo, era ya muy tarde.

La UE fue un proyecto loco que se le ocurrió a unos políticos un día. Una ocurrencia absurda como aquella del papa Gregorio XIII de cambiar el calendario de la noche a la mañana.

Nos quejamos del gasto de Bruselas y a menudo de su inoperancia sí, pero la UE es una de las ideas más alucinantes y admirables de nuestro tiempo, como la ONU.

"¡Están locos estos romanos!", decía Astérix. Yo digo: "¡Están locos estos ingleses del brexit!".

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