Opinión

El condensador de fluzo

Aunque el tema catalán es inevitable estos días y usted sufrido lector estará hasta las narices (por no citar otra parte de su anatomía quizá aun más afectada), de leer sobre lo mismo, lo cierto es que a los que escribimos la actualidad nos obliga. Yo preferiría escribir sobre cine, pero es que el cine hoy está en el noreste español, en esa película casposa y cutre dirigida por Puigdemont y Junqueras como si ellos fueran los hermanos Coen pero con boina de payés y en malo. Y la verdad, para aguantar a alguien con boina de payés yo preferiría a Josep Pla. Pero Pla escribía indistintamente en catalán y en español y a Puigdemont y Junqueras el "indistintamente" no les gusta. Como bien han dicho y están señalando muchos estos días el procés es el asunto más grave de la historia reciente de España desde el, por suerte fallido, intento de golpe de estado del 23F. 

Los directores de la peli antes citados, Puigdemont y Junqueras, parecen creer sin embargo que están rodando "El nacimiento de una nación" de David W. Griffith. Y tal vez sea así teniendo en cuenta el racismo, el engreimiento y la intolerancia que destilaba la obra maestra del gran director americano. Pero a muchos que no somos catalanistas ni españolistas si es que existe eso, nos parece que la película es "Dos tontos en apuros" o "Cariño, ¡he encogido a los niños!". Y tras las últimas declaraciones de Puigdemont sospecho que los niños son los de la CUP.

Otra opción cinematográfica posible podría ser "Regreso al futuro III" en la que Marty McFly en lugar de viajar al futuro, como le suele ocurrir viaja al pasado, a 1885 un año en el que ¡qué coincidencia! un grupo de notables catalanes envió el famoso "Memorial de agravios" al rey Alfonso XII, uno de los momentos gloriosos y vacuos del catalanismo histórico. Digo vacuos porque Cataluña nunca ha sido ni una nación, ni un reino, ni nada parecido. Aragón, Galicia, Castilla, Navarra, León... etc., sí, pero Cataluña no.

Puigdemont tiene un toque a lo Michael J. Fox por el pelazo, eso hay que reconocérselo, aunque Michael J. Fox es más guapo y simpático que el president, donde va a parar. Y Junqueras podría interpretar correctamente al loco y disparatado científico doctor Emmet (Christopher Lloyd) amigo de Marty. Lo malo es que ninguno, ni Puigdemont ni Junqueras tienen el precioso DeLorean "pizzicateado" y transformado para viajar en el tiempo. Y por supuesto ninguno de ellos tiene ni la menor idea de lo que es un "condensador de fluzo".

Yo a estos dos recién llegados a la ficción les recomendaría que fueran un poco más al cine, a la filmoteca, a las bibliotecas y a conocer a los clásicos antes de ponerse a rodar películas tan alegremente por su cuenta. Porque la que nos quieren vender ya la hemos visto mil veces y la verdad, es de un aburrimiento atroz.

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