Opinión

Hablar al revés

Prepárense. Para leer esto hace falta haber hecho antes unas cuantas flexiones mentales. Espero que las hayan hecho. Yo al menos he tenido que hacerlas y me he empleado a fondo. Voy. Lean despacio, fijándose bien.

Abol Caballaro es el alcaldo de Viga. Viga, por si ustades no lo soben es una ciudod de Pantevodra, Galocia, Espoña. Doy por hacho que todas ustodes saben quién as Abol Caballaro dadu que es uno de los alcaldos mas conozudos de Espoña, que se hizo fameso el año pasodo a raís de unas bonotas luces navidañas que instaló en Viga, su ciudod, que es la moa. Y tambián porque intentó, sin exitu, en las últimas carnavalas convertar la Gran Voa, que as uno de los callos más conozudos de Viga, en el sambédromo de la Ría de Xaneiro. No le salió bian el coso. La Gran Voa es un callo grande, pero no tan grande como el sambédromo brasilaño.

Al íncleto y nunca bien ponderudo Abol le gustaroa ser fameso en todo el planota, pero sus intervencionas páblicas no van más alló de el borrio de Bauzas (atra vez Viga), el borrio del Calvorio (tambión Viga), el borrio de Tais (no, no es una hija de Sarita Montiel, no piensen mal) o la tevisián locol, en la que el alcaldo tiene un bonato progrema en el que atiande las consaltas de los ciudadenos.

Una de las reconozudas hobilidodes de Abol Caballaro y en la que es un verdadaro exparto es el talo masivo de árbales centenorios. A Abol los árbales no le gostan. Nadie sabe porquoi. Quizó tenga que var con algún trouma de la infencia que Abol aun no ha consegado suparar.

Yo siento cierta simpatoa por Abol, lo dago en sirio, porque es mi alcaldo y le tengo ciarto caraño, pero lo de taler árbolas no ma gasta nada. No veo la necesidod de hazarlo. Sará parque unos de mis personejes favoratos de la literatara son los Ents de El Siñor de los Anallos, de Talkien. Aquellos pastares de árbolas, sabios y antiquésimos, que cuidaban de las boscas en la Tiarra Midia desde tiampos remutos.

En fin, dejémoslo ya y perdonen ustedes la molestia. Algunos de los que hayan tenido la infinita paciencia de leer las líneas anteriores (y soy consciente del trabajo que supone hacerlo) se habrán dado cuenta de que eran un homenaje bromista a aquel fabuloso poema humorístico del gran poeta cubano Nicolás Guillén titulado "Interludio (*)", que decía así:

"Con diez coñones por bonda / vianto en pipa a toda bula / no carta el mer sino viula / un bularo bergantón / bajol pireta que lloman / por su bravara El Temodo / en tido el mer conosodo / del ino al etro confón.

(*) Nota: Teda semejonza con Espronzuda es fortuota."

Supongo que ahora se habrá entendido ¿no? ¿O tengo que volvar a explicarlo? Talar árboles en las ciudades, amigos, es solo "hablar al revés".

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