Opinión

La misa de la 2

No sé por qué a ciertos personajes públicos como Cristina Fallarás por ejemplo les ha entrado últimamente una neura con quitar la misa de la segunda cadena de TVE de los domingos por la mañana. La verdad es que como ateo irredento no lo entiendo. ¿A quién molesta? Lo he discutido, amistosamente claro, con algunos amigos. No pongáis la 2 el domingo por la mañana –les dije–. Poned la 1 o la 4 o la Sexta. Yo no leo a Jiménez Losantos y así no me tengo que cabrear con él. Es más inteligente ¿no os parece?

En España debe de haber, calculando por lo bajo, unas doscientas mil personas que son católicas nos guste o no a otros y que no pueden salir el domingo de su casa para ir a misa, bien porque son mayores, bien porque tienen alguna dolencia, enfermedad o lo que sea que les impide ir a la iglesia. La misa televisiva les gusta y los reconforta. ¿A quién hace daño eso?

A algunas personas les reconfortan o gustan Los Simpson. ¿Habría que eliminar esa serie de la tele solo porque a otros no les parece bien? ¿Y Disney Channel qué? Solo emiten estupideces animadas mucho más intoxicadoras intelectualmente que la misa. Vale. Confieso que yo no veo la misa y tampoco Disney Channel.

Yo a Cristina Fallarás, una señora que me cae fatal por como grita como es obvio desde la primera línea de este artículo, pero con la que ideológicamente coincido en bastantes cosas, le diría que se centre en Master Chef, Factor X, las telenovelas o los telediarios que son más dañinos que la misa, la misa no molesta a nadie. En todo caso solo puede molestar a algunos de sus propios oyentes a los que a lo mejor ese domingo no les gusta el sermón del cura.

España es un país aconfesional, pero la realidad de la calle es que sigue siendo católico. Todo pasará. Una reciente encuesta en Islandia ha dado como resultado que el 99 por ciento de los jóvenes de menos de 24 años de ese país se declaran ateos. ¡El 99 por ciento! Y nosotros, pasito a paso, caminamos en la misma dirección. Como casi todo el occidente moderno. 

En la 2 hay incluso algún programa religioso musulmán y también otros de otras religiones. Alguna vez los he visto zapeando. La tele también está llena de echadores de cartas como esa jueza de Lugo. Aquí hay de todo como en botica. Es lo que nos hace interesantes. El argumento de que como la TVE es pública no puede fomentar ninguna religión parece inicialmente bien, pero es igual de absurdo. ¿Por qué tendríamos que tener documentales o programas de deportes si a una parte de la población nos disgustan?

Quitarle la misa a esos jubilados que no pueden moverse de casa solo es una maldad. ¡Que quiten los Simpson de una vez! Y advierto: me encantan los Simpson.

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