Opinión

LA MOCIÓN ANTÍDOTO

La moción de censura al gobierno de los días 21 y 22 en el Congreso no la presentó Vox como piensa equivocadamente mucha gente. No. 

En realidad esa moción de censura la presentaron conjuntamente una serie de asociaciones, algunas de las cuales voy a enumerar ahora por aportar algo de información veraz y seria a este tema.

Vamos allá. La Fundación Francisco Franco (una asociación cuyo único propósito es defender los bienes muebles e inmuebles de la familia Franco); la Asociación de Abogados Cristianos (unos señores que tal vez vayan a misa pero de cristianos tienen poco); Hazte Oír (un grupo muy chillón en la escena pública preocupadísimo por la naturaleza de los penes y vulvas de niños y niñas); el Instituto de Política Social Española (estos son unos simples antiabortistas de andar por casa, aunque ellos se definen a sí mismos como defensores de la familia y la maternidad, si bien cuando emplean la palabra "familia" se refieren solo a la suya, nunca a la de los demás); la Asociación Editorial Tradicionalista (a estos seguramente ni los conocen ustedes, pues son carlistas o sea que a estas alturas ya están tan fuera de lugar como un cocodrilo en la M30); y otras más que no voy a relacionar aquí porque me llevaría toda la mañana, consulten la Wikipedia.

Además la moción contó con el apoyo inveterado y más o menos explícito de una caterva de personajes mayormente de la farándula o de la televisión que siempre están a la que salta si lo que toca es defender ensartar a un toro en la plaza, o darle una paliza a un subsahariano y devolverlo al mar, todo en nombre de la economía, la justicia, la tradición, la bandera, la patria y otras palabras parecidas. Palabras que en sus bocas no suenan precisamente muy bien. Obviamente no diré sus nombres en previsión de que me vayan a inundar con cientos de denuncias, pero todos ustedes saben de quiénes les hablo. Y si no, consulten la Wikipedia otra vez.

Hace poco vi una tira cómica muy buena en internet. En la primera viñeta un tipo le dice a otro: "Yo, para que mi hijo pequeño se tome la medicina lo engaño con helado". Y el otro contesta: "Qué buena idea, la voy a poner en práctica". Siguiente viñeta, el niño acaba de tomarse el helado y su padre le dice: "¿Estaba rico? El crío con una sonrisa de oreja a oreja y la cuchara vacía en la mano contesta: "Sí, riquísimo". Y el padre le replica: "Vale, pues estaba envenenado, ahora tienes que tomarte el antídoto". Y le da la medicina.

Pues bien, yo me tragué esos dos días pacientemente toda la estúpida moción de censura por la tele, como si fuera el antídoto. Lo malo es que antes no había visto el helado por ninguna parte.

Mis aplausos en todo caso a Pablo Casado: el mejor (o el único aceptable) de esa comedia.

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