Estoy pensando en ampliar mi serie "Personajes Ilustres de España" a "Personajes Ilustres del mundo".
Por ejemplo, Andrés Manuel López Obrador, a la sazón presidente de México a costa de sus conciudadanos, podría inaugurar dicha serie con todos los merecimientos. A Andrés Manuel López Obrador ya lo llaman en los medios AMLO, más que nada por ahorrar espacio y porque no merece la pena gastar tantas sílabas y tinta con su nombre completo.
AMLO se ha revelado como uno de los mejores humoristas del planeta con una carta muy divertida dirigida al papa Francisco, no sé si la han leído ustedes. Una carta que parece un chiste de Chumy Chúmez, y que se ha encargado de hacer llegar al Sumo Pontífice la esposa de AMLO que está de visita en Roma nadie sabe bien para qué.
En dicha misiva AMLO muy educadamente le pide al Papa que ofrezca una disculpa pública a los pueblos indígenas por las atrocidades cometidas durante la Conquista. Él sigue llamando a aquello "Conquista" cuando ya hace decenas de años que los que sabemos que fue una conquista la llamamos "Descubrimiento". Esto da una idea de por dónde van los tiros, y me refiero a los tiros de las balaceras que el señor AMLO tiene en las calles de su país a la orden del día y no consigue controlar.
Es curioso. Ya el año pasado AMLO escribió una carta parecida al Gobierno de España, pero en aquella en lugar de pedir, "exigía" esa disculpa. Se ve que a AMLO le impone más el sucesor de San Pedro que Felipe VI.
Antes apunté que ignoramos qué hace la esposa de AMLO, doña Beatriz Gutiérrez Müller (noten el nombre y apellidos aztecas o mayas) en Europa. Pues bien, no lo ignoramos. Doña Beatriz ha venido al otro lado del charco a ver si consigue robarnos códices, documentos y obras de arte del México antiguo que previamente les robamos nosotros a ellos quinientos años atrás. Todo con el objeto de incluirlos en unas exposiciones que se celebrarán en 2021 en México a propósito del aniversario de la fundación de la majestuosa Tenochtitlán hace setecientos años.
Pero lo mejor es el final de la carta:
“Me despido de usted con el deseo de que podamos mantener nuestras buenas relaciones y deseándole que se conserve con salud y larga vida. No hace falta encontrarnos, pero si algún día las circunstancias lo permiten de nuevo refrendo mi estimación y respeto a su persona”.
Si se han fijado en lo de "no hace falta encontrarnos" habrán visto que es como decirle a alguien "te quiero mucho cacho cabrón, no vengas por aquí."
He consultado esto con mi perrito Atticus ya que él es natural del estado de Chihuahua, y Atticus tras reflexionar y rascarse la oreja un poco me ha dicho:
– ¡Guau!
Así que le puse un chupito de tequila y le prometí que mañana le hago unos frijoles picantes con carne.
"Personajes Ilustres del mundo".
