Opinión

Los Ángeles de Charlie

Aquí hemos pasado en un pis-pás de  corear "Galicia sitio distinto" a corear "Cataluña sitio distinto". Es lo que tenemos los españoles, que somos muy dúctiles y maleables y nos adaptamos a lo que sea. Yo me estoy planteando muy en serio mudarme a vivir a Barcelona ya que no encuentro en todo el planeta ningún sitio tan interesante en este momento salvo quizás Corea del Norte o el Ala Oeste de la Casa Blanca. Hoy en día Madrid, Nueva York, Shangay, París, Berlín o A Coruña me parecen lugares profundamente aburridos. 

Después de tantos años de silencio administrativo y desertización cultural y social en España desde la movida madrileña de los ochenta, los catalanes independentistas han conseguido resucitarla por fin en los alrededores de la Ciudad Condal. Claro que la movida madrileña consistía en pasárselo bomba o ir de fiesta en fiesta con aquellas espantosas chaquetas con hombreras tipo "locomía" y consumir drogas, copas, rock and roll y música pop. Por el contrario esta nueva movida catalana consiste en estar cabreado todo el rato, ir de manifestación en manifestación envuelto en una o varias esteladas, consumir productos veganos o algún vinito del Penedés acompañado de fuet y entonar temas de Lluis Llach o ya puestos en plan más emotivo Els Segadors. Además, en la movida de los ochenta había mucho sexo, pero en esta sospecho que sus adeptos no ven nada de sexo ni por el forro, a menos que sea el sexo de los ángeles, ¿quién sabe?

Pero cada época y cada movimiento tiene sus hitos, claro que sí. Y la movida catalana ya que hablamos de ángeles también tiene los suyos: los ángeles de Charlie que son Junqueras, Trapero y Forcadell. Es verdad que no están tan buenos como Sabrina Duncan, Jill Munroe y Kelly Garrett, pero no puede discutirse que tienen su propio encanto y mucha personalidad. Y su jefe, Charlie Puigdemont, resulta tan misterioso e impredecible como aquel invisible Charlie Townsend al que ponía su preciosa voz el actor John Forsythe. 

Yo creo que de los tres ángeles Oriol Junqueras sería Jill Munroe o sea Farra Fawcet, lo digo por las curvas, no por otra cosa; Forcadell sería lógicamente Sabrina Duncan que era más línea dura, más disciplina inglesa o como quieran llamarlo, o sea Kate Jackson; y a Trapero no le quedaría ya más remedio, por eliminación, que ser Kelly Garret pues al igual que ella ya está dejando la academia de policía para irse a la privada, un personaje que interpretaba la actriz Jaclyn Smith. Y si no, vean:

"Había una vez tres muchachitas que fueron a la academia de policía. Les asignaron misiones muy peligrosas. Pero yo las aparté de todo aquello y ahora trabajan para mí. Me llamo Charlie."

Y es que si se fijan bien al final la vida es una serie de televisión. Confiemos en que esta no se alargue como hacen tantas series temporada tras temporada tras temporada... indefinidamente.

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