Opinión

MOU, PEP, ROGER Y RAFA

Apropósito de Mou y Pep se me ocurre lo siguiente. Como no sé nada de fúbol, tengo bula. Ustedes perdonen.


Imaginemos que Nadal y Federer, dos héroes en el sentido clásico de la palabra, se disputan la Copa Masters. El duelo me sugiere una reflexión que les contaré al final y que tiene que ver con los otros dos, Mou y Pep, no tan héroes en el sentido clásico de la palabra.


Soy perezoso y mi constitución no es atlética, aunque practiqué varios deportes algún tiempo como natación y ciclismo; el deporte por televisión en cambio, salvo el atletismo, nunca me interesó. Aun así fui un asiduo espectador de baloncesto-tv en los setenta, porque mis amigos entonces eran ¡un equipo de baloncesto al completo! Últimamente me he aficionado más. Las vibrantes retransmisiones televisivas tienen mucho que ver con eso. Ya saben, el medio es el mensaje.


El caso es que siempre bromeé con la posibilidad de que la foto-finish, un avance técnico que permite eliminar el error humano llegara a hilar tan fino, por ejemplo una medida cuántica, que ya no nos sirviera para decidir quién es el ganador. Y tuviéramos que recurrir otra vez a la brillante torpeza de un árbitro. Una idea absurda y algo borgiana.


El 'ojo de halcón' (es curioso que le pongamos el nombre de un animal salvaje), también permite eliminar el error humano. ¡Ah, la Ciencia que todo lo puede! Pero pensemos más, y esta es la reflexión que prometí al principio. Final de la Copa Masters. Rafa y Roger. Están en juego millones de dólares, jugosos contratos publicitarios y muchas cosas más. Ahí nadie se anda con chiquitas. Y también está en juego la gloria. Pero están jugando, no lo olvidemos. Y son amigos.


¿Y si no hubiera ojo de halcón? ¿Y si en un punto dudoso Rafa se lo cediera gentilmente a Roger? ¿Y si unas bolas después en otro el suizo, que es un caballero, se lo cediera a su vez al de Manacor? ¿Entonces qué? ¿Acaso no lloraríamos de emoción arrastrados por la verdadera belleza del deporte?


Conclusiones. McEnroe -yo lo adoro a pesar de todo-, no encaja en esta idea. Mou tampoco encaja, ni en esta idea ni en ninguna. Y qué decir de Pep... ¡qué bien le sientan los trajes!


Les confesaré una cosa: a mí no me gusta el fútbol. Sólo me gustan Messi e Iniesta, y eso porque son dos tipos bajitos y sin complicaciones.


El fútbol es muy revelador. No sé si se han fijado pero aquí el Barça es el equipo de casa y el Madrid el foráneo. De los 24 jugadores que tiene cada uno en plantilla, en el Barça sólo cuatro no tienen la nacionalidad española. Por contra en el Madrid los extranjeros son 14. Yo creo que habría que poner a Mou al frente del Barça y a Pep al frente del Madrid. Menudas ruedas de prensa darían. ¡De vértigo!

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