Opinión

Lo peor que nos ha tocado

La verdad es que los de mi generación y próximas, al menos en Europa occidental, hemos tenido mucha suerte. No hemos tenido que sufrir una guerra, ni hambrunas, ni desastres naturales como terremotos u otros parecidos. Ni la opresión o la represión de regímenes dictatoriales brutales como el nazismo, el estalinismo, el franquismo (más o menos), o el fascismo. 

Y por eso preciso "mi y nuestras" generaciones, porque ha resultado casual para nosotros, algo de la historia reciente con lo que hemos tenido suerte, y por eso esta observación mía se circunscribe a la gente de mi edad. Claro que a una persona de mi edad o más joven nacida en Bosnia por ejemplo, la idea le sonará... bastante distinta.

Lo peor que nos ha tocado a los de mi generación es ver que una canción de Janis Joplin, "Bobby McGee", haya acabado sirviendo de anuncio en televisión para un banco. O una de Jim Morrison para una compañía de seguros. O una de los Rolling para una bebida isotónica. O sea que hemos tenido mucha suerte como dije, porque ese "peor" no es nada.

Dándole vueltas a esta aparente tontería recuerdo un bonito y famoso poema de Robert Louis

 Stevenson que dice así: "The world is so full of wonderful things / I'm sure we should be as happy as kings". O lo que es lo mismo, más o menos mal traducido por mi: "El mundo está tan lleno de cosas preciosas / que deberíamos ser todos felices como reyes". 

Ya digo que eso es para los de mi edad de Europa occidental. No así para migrantes subsaharianos o de otros sitios, víctimas o huidos de guerras, gentes sin recursos, perseguidos, hambrientos, sedientos, enfermos, abusados, maltratados, amenazados, torturados y sin futuro.

Cuando unos padres que huyen de una de esas situaciones, guerra, hambre u opresión no han logrado reunir más dinero que para pagarle a un traficante de personas un único pasaje en una patera, meten allí a su niño, un bebé, al cuidado de unos desconocidos, y lo entregan al Mediterráneo como si el niño fuera un pequeño Moisés en el Nilo y el destino fuera a salvarlo de las aguas. ¿Por qué será? ¿Ustedes qué creen? ¿No será porque los de aquí somos felices como reyes?

A mí casi me da vergüenza pensar que lo más grave que me ha pasado en mi vida, y a muchos de mis amigos y conocidos también, es ver una maldita canción de Janis Joplin (que por cierto me encantan la canción y ella) en un spot de un banco por la tele. Un banco seguramente participado por fondos buitre. ¿Eso es lo peor que nos ha tocado? ¿En serio?

Pero sé lo que pasa y sé lo que nos pasa: que aquí en occidente abrimos el grifo y sale agua.

A ver si tantos políticos dejan de hablar de los migrantes como si fueran culpables de algo. Son las víctimas.

Te puede interesar