Opinión

San Genaro no se licua

La sangre de San Genaro este año no se ha licuado, eso ha desatado mucho miedo en Nápoles donde son devotos de dicho santo.

Doy por hecho que muchos obispos españoles a raíz de esto estarán actualmente haciéndose cruces o golpeándose con el cilicio sin piedad, mientras rezan confiando en que sus oraciones lleguen al cielo. Pero todo eso a San Genaro le importa un pito. 

San Genaro fue un obispo que supuestamente salvó a Nápoles de la cólera de un volcán, una bobada que se cae por su propio peso. Si se la contáramos a Plinio el Viejo, el hombre se moriría de la risa si no fuera porque murió de otra cosa.

El verbo licuar es difícil de declinar. Yo he tenido que consultar varias veces la RAE para saber si se acentúa o no. Yo licuo, tú licuas, él licua. No, esto no funciona. Vamos a probar otra cosa. 

Licuémosnos nosotros, licuaos vosotros, lícuense ellos. No, esto tampoco va. Es un verbo complicado. ¿Me licuaré yo, nos licuaremos nosotros, se licuarán ellos? Bueno, voy a dejar este tema lingüístico porque empieza a marearme.

San Genaro, al que según dicen le cortó la cabeza el emperador Diocleciano como si Diocleciano no tuviera otras cosas que hacer aquel día, era como tantos santos cristianos ignífugo. De hecho antes de la decapitación intentaron matarlo en un horno pero salió intacto, quizás con un ligero gratinado dorado y crujiente. Ya que era de Nápoles le echarían por encima parmesano rallado. ¡Qué menos! Digo yo.

La licuefacción (he aquí otra variable lingüística de la palabra licuar) de la sangre de San Genaro, es como el brazo incorrupto de Santa Teresa, o los fragmentos de madera de la cruz de Cristo. Hace años leí un artículo de alguien que se había dedicado a contabilizar todos esos pedacitos de madera vieja que hay por el mundo, medirlos, pesarlos, etc., y había llegado a la conclusión de que la famosa cruz medía varios campos de fútbol.

San Genaro es también el barrio donde viven interminablemente los Alcántara de la serie de TV "Cuéntame que te pasó". Un título que parece una pregunta, pero a la que no podremos responder nunca porque la serie va camino de sobrepasarnos a todos.

La sangre de San Genaro se licua o no según la energía con la que el obispo de turno agite la ampolla que la contiene. Los científicos llaman a eso "fluido no newtoniano". En internet se pueden ver muchos vídeos divertidos en los que chicos y chicas de universidades, sobre todo americanas, se dedican a correr sobre una piscina llena de un fluido no newtoniano. O sea que caminan sobre el agua. Pero si los chavales se quedan parados y no golpean la superficie con fuerza el fluido deja de ser sólido, se vuelve líquido y se hunden. Una curiosa peculiaridad física de esos fluidos.

A mí lo que me pasó, creo, es que leí demasiados libros.

Te puede interesar